Podemos, que ha cumplido esta semana 10 años desde que se organizó como proyecto político de ámbito estatal, ha puesto su mirada en las elecciones europeas de junio. En Baleares, después de perder el peso institucional que tuvo en el pasado, afronta un proceso de primarias para definir la nueva dirección. La próxima coordinadora será Lucía Muñoz. Y en su equipo estará Jesús Jurado, que irá en la lista a las elecciones europeas de junio que encabezará Irene Montero. No es causal que Podemos mire a las euroelecciones. Ahí empezó su ciclo. Y ahí puede terminar. O dar la sorpresa.
En otras elecciones europeas, las de 2014, Podemos dio la sorpresa. Logró cinco escaños en el Parlamento Europeo, cuarta fuerza política en España Y en Balears, tercera. Reunió 27.000 votos sin apenas campaña electoral y no gasto ni 500 euros. Podemos, según el recuerdo de quienes vivieron aquellas elecciones, se iba construyendo en Baleares mientras que el candidato que encabezaba la lista a las europeas, Pablo Iglesias, un profesor universitario que salía en la Sexta Televisión y antes en Intereconomia, recorría España sin escolta ni caravana de periodistas. El 27 de mayo de ese año, pasó por Mallorca y dio un mitin en la Plaça d'Espanya de Palma.
Lo recuerda bien Antoni Palerm, el ‘compañero Lavandero' del PCE de la clandestinidad, que ahora tiene 74 años, y que es el único que queda en Balears del equipo promotor de Podemos. Palerm supo de Pablo Iglesias porque uno de sus hijos lo veía en televisión y le hablo de él. En enero de 2014, el día 17, estuvo en el Teatro de Lavapiés de Madrid, donde se fundó oficialmente Podemos. «El día del mitin en Palma fui a recogerle al aeropuerto y después le llevé otra vez. Tenía que haber ido Miquel Mascaró pero se le estropeó la furgoneta y fui yo. ¿Pero de verdad te parece que podemos sacar dos escaños como da alguna encuesta?, le pregunte en el viaje de regreso. Y el me dijo, dos no, cinco. Y pensé, pero no se lo dije, qué chulito. Y fueron cinco», recuerda diez años después. Palerm ha estado en el núcleo de Podemos desde el principio, igual que su esposa Antonia Jover, la última coordinadora de las Islas. «Todo iba muy rápido, surgían círculos por todo, íbamos a tope», señala Palerm, que nunca ha dejado de ser ‘pablista'.
Carlos Saura, que abandonó Podemos tras haber sido secretario general en Palma y diputado autonómico entre 2015 y 2019, también recuerda ese momento en que todo iba muy deprisa. «Se abrieron círculos, se organizaron redes, un día estábamos en un bar montando un círculo y al poco, una candidatura para las elecciones autonómicas, otra para los consells y buscábamos una marca blanca para las municipales», comenta diez años después. Y añade: «Pasamos de la hiperactividad a la hipertrofia».
El testigo del 15-M
Algo une a quienes vivieron el inicio de Podemos: su participación, en 2011, en las concentraciones del Movimiento del 15-M, el del «No nos representan» y «Sí se puede». Podemos recogió en Balears y en toda España aquel testigo. Pero en las Islas, se aprovechó además de una movilización insólita: la de las camisetas verdes, de 2013, que sacó a 100.000 personas a las calles.
Eso lo ha recordado en alguna ocasión Laura Camargo, lingüística, activista de la Taula per Palesttina y, por entonces (como ahora) «anticapitalista». Los ‘anticapis' fueron una de las almas políticas que originaron Podemos. Camargo también estuvo en el grupo promotor, fue diputada autonómica, portavoz adjunta, se presentó a la secretaría general y lo dejó en 2019. Ese año, adelantó en una entrevista con este periódico los motivos de su marcha: «Ya no se parece en nada. Lamentablemente se ha llenado de gente que no quiere transformar nada, sino que está por la silla. Está lleno de trepas».
Pero el 24 de febrero de 2014, que fue cuando se creó la primera estructura de Podemos en Balears (la estatal nació el 17 de enero) nada hacía pensar que de la ilusión se pasaría al desencanto en apenas una década.