La Unión Europea ha declarado Baleares como zona libre de lengua azul después de confirmar que no se han detectado casos de esta enfermedad en los últimos dos años.
Así lo ha celebrado el conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, este viernes en una rueda de prensa en la que ha destacado que se trata de una noticia «muy positiva».
El conseller ha subrayado que esta declaración demuestra la «buena e intensa labor» que se ha hecho desde la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y también desde el Servicio de Sanidad y Bienestar Animal del Govern, en colaboración con el sector y con todos los veterinarios de campo adscritos a las asociaciones de defensa sanitaria ganadera.
Igualmente, ha incidido en que la enfermedad perjudica las explotaciones ganaderas y que la limitación de movimientos supone un sobrecoste. El Govern ha calculado que suponía un coste anual de más de 650.000 euros en vacunas, controles y otros suministros.
En concreto, el gasto anual de la campaña de vacunación de la lengua azul en las Islas es de 190.6000 euros, a los cuales hay que añadir 315.000 euros en concepto de gastos de seguimiento y controles. Esta cuantía, además, se incrementa con 115.899 euros más en concepto de compra de suministros, gastos de transportes y otros contratos.
El conseller ha recordado que en 2021 el Govern notificó un total de 277 focos de lengua azul en las Islas: 270 en Mallorca, uno en Menorca y seis en Ibiza. Por este motivo, se adoptó un plan de actuación, que consistió en implementar medidas de control, con programas de vigilancia serológica, clínica y entomológica, así como el control de movimiento de animales de especies susceptibles a las enfermedades y un programa de vacunación obligatorio ante diferentes serotipos.
En esta línea, la campaña de vacunación ha llegado a un total de 2.592 explotaciones ganaderas (204 de ganado vacuno y 2.388 de ganado ovino), lo cual significa que el número total de animales que han recibido la vacuna de la lengua azul es de 270.153.
Simonet ha señalado que, gracias a las medidas adoptadas y a la vigilancia, dos años después -desde finales de 2021- no se han notificado focos en las Islas, de modo que se cumplen las condiciones de la Comisión Europea para ser considera una zona libre de esta enfermedad.
Por su parte, el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, ha explicado que en el impulso y ejecución del programa de control han tenido un papel «muy relevante» las asociaciones de defensa sanitaria ganadera. «Gracias a su implicación y a los veterinarios de éstas el programa se ha podido desarrollar de forma mucho más ágil y efectiva», ha apuntado, según ha informado Agricultura en una nota de prensa.