La directora general de Treball i Salut Laboral, Catalina Cabrer, ha expresado la «preocupación» del Ejecutivo autonómico en torno a las negociaciones a nivel estatal por la jornada laboral reducida, por el momento sin apenas puntos de encuentro entre el Ministerio de Trabajo y la CEOE (el ministerio que dirige Yolanda Díaz ya ha avanzado que seguirá adelante con las conversaciones con los sindicatos después de que la patronal se levantara de la mesa).
Para Cabrer, aunque «todavía es pronto» para valorar el escenario que depararía un posible acuerdo, «nos preocupa sobre todo que una medida así no salga del consenso y con el acuerdo de todos los agentes sociales involucrados en las conversaciones».
Asimismo, Cabrer ha manifestado sus dudas sobre el papel que los diferentes gobiernos autonómicos podrán jugar en la aplicación de una jornada reducida en sus respectivos territorios. «Ya hace meses que nos venimos reuniendo con patronales y sindicatos y les hemos trasladado nuestra preocupación sobre cómo afectaría esta medida en una industria de servicio como es la que tiene Baleares», ha señalado para insistir en que espera que cualquier resolución que se tome al respecto «salga del máximo consenso».
La directora general hizo estas declaraciones en una rueda de prensa para valorar los datos del paro, que nuevamente han vuelto a marcar cotas históricas en el Archipiélago: un total de 641.635 afiliados a la Seguridad Social (un aumento del 3,1 % respecto al año pasado) y un total de 26.369 parados (un descenso del 6,9 % frente a junio de 2023).
«Son datos muy positivos y más aún si los comparamos con los del conjunto de España», ha indicado Cabrer para destacar que aunque era de esperar un relativo «efecto valle» en el mes de junio después de los esfuerzos realizados desde el sector hotelero y toda la oferta complementaria para anticipar el arranque de la temporada turística, este finalmente no se ha producido. «Parece que esta temporada se cerrará de forma muy positiva».
Con otro récord de empleo sobre la mesa, el Govern, ha subrayado Cabrer, focalizará ahora sus esfuerzos en dos ejes de trabajo. El primero es la mejora de la calidad de la ocupación, con el objetivo de reducir las tasas de temporalidad y parcialidad e impulsar en las empresas políticas de salvaguarda de la salud y el bienestar de los trabajadores. Como segundo eje de trabajo, Cabrer se ha referido a la necesidad de combatir contra la lacra del absentismo laboral, el cual afecta «a niveles muy importantes» sobre la productividad de las empresas.