El PP quiere forzar la salida de Gabriel Le Senne de la Presidencia del Parlament este mismo mes para dar por zanjada la crisis cuanto antes y comenzar el periodo de sesiones, en septiembre, con un nuevo presidente. Esa es la intención de la presidenta del Govern, Marga Prohens, y de su equipo, pero las intenciones no bastan en este caso porque la última palabra la tiene el propio Le Senne, que es quien debe convocar el pleno y poner la fecha.
A partir de esta idea, el PP teme que el presidente fuerce un enroque y aguante en su puesto sin convocar la sesión plenaria que debe forzar su relevo. Es muy probable que esa sea la idea de Vox, ya que la dirección balear considera que la ruptura del pacto no afecta a la Presidencia de la Cámara.
Que dimita Prohens
De hecho, señalan que si Le Senne debe dimitir también tiene que hacerlo Prohens. Aseguran que el pacto que consagra a Le Senne como presidente del Parlament es el mismo que consagra a Prohens como presidenta del Govern. Su lógica es que si dimite uno, también debe dimitir la otra. En cualquier caso, Le Senne hará lo que le diga Abascal que haga y lo que dan por hecho en el PP es que le orden será que aguante mientras pueda, aunque eso suponga incumplir su deber como presidente, que es convocar un pleno.
Lo único que se sabe con certeza hasta el momento es que este miércoles se activará el proceso para quitar a Le Senne de la Presidencia. La Junta de Portavoces aprobará una reunión de la Diputación Permanente para convocar un pleno extraordinario. En ese pleno se tiene que votar la propuesta de los partidos de la oposición para quitar a Le Senne, una propuesta que se presentó después de que rompiera la imagen de Aurora Picornell. El PP aprovechará esta propuesta de la izquierda para votar a favor de la salida del presidente y elegir nuevo presidente. El candidato con más opciones es el actual vicepresidente de la Cámara, Mauricio Rovira. En caso de que sea el elegido, deberán hacerse dos votaciones ya que, a continuación, deberá buscarse un relevo para el puesto de vicepresidente.
Casi tres días después de que Santiago Abascal anunciara la ruptura de los acuerdos con el PP en las comunidades autónomas, la presidenta del Govern, Marga Prohens, sigue sin haber recibido una llamada en la que se le informe de la nueva situación. No ha tenido noticias, por ahora, ni de la dirección nacional del partido ni de la dirección en Balears. Prohens sigue sin saber las razones que explican la ruptura del acuerdo a pesar de que en él nada se decía de los menores migrantes.
Por su parte, la portavoz del Vox en el Parlament balear, Manuela Cañadas, reconocía el pasado viernes ante los medios de comunicación que hacía días que no hablaba con ningún representante del PP pese a que las amenazas de Santiago Abascal ya eran firmes. Desde entonces, la ruptura de relaciones ha sido total, igual que el mutismo de la dirección de Vox Balears con respecto a esta grave crisis institucional.