«Mi problema no fue con Aurora Picornell, sino con Mercedes Garrido y Pilar Costa, en menor medida; y tampoco las odio», ha expresado el presidente del Parlament y diputado de Vox durante el pleno extraordinario de debate y votación de la remoción de su cargo. Además, ha confesado que le molesta especialmente que lo acusen de odio. El PP se ha abstenido y, como eran necesarios tres quintas partes de la Cámara, la propuesta no ha salido adelante y seguirá como segunda autoridad de las Islas.
El presidente del Parlament ha respondido de forma conjunta a todos los grupos y ha señalado que los ciudadanos esperan que se aborden otro tipo de debates en la Cámara, como el migratorio. El diputado de Vox ha recordado de forma cronológica y ha asegurado que desconocía la identidad de las personas que salían en las fotos que tenían Costa y Garrido, pero empezó a recibir quejas de los diputados de PP y Vox; ha justificado que la Mesa debe ser neutral. Posteriormente, ha indicado que acordó con Garrido y Costa que retirarían las fotos cuando terminase la intervención del diputado de Vox Sergio Rodríguez, pero posteriormente le comunicaron que no lo harían. Le Senne ha precisado que les advirtió que las expulsaría y ha informado que éstas le animaron a hacerlo.
El diputado de Vox ha insistido en que durante 45 minutos estuvo intentando que «retirasen sus carteles», pero en el momento en el que se lo ordenó Garrido le preguntó en base a qué artículo y las llamó al orden en dos ocasiones. «La señora Garrido tomó la palabra sin haberla pedido y sin yo habérsela concedido», ha recordado. A su modo, de ver sus palabras pusieron de manifiesto que no se respetaba la neutralidad de la mesa porque realizó «una soflama partidista». En este punto, «las llamé al orden y estiré la mano para cerrar el ordenador, ningún manotazo», ha declarado. Además, ha argumentado que se había vulnerado el reglamento en varias ocasiones. «El acto de cerrar el ordenador era una medida pertinente», aunque ha reconocido que habría sido más oportuno solicitar que lo hiciesen los servicios dela Cámara.
«Han gritado a las puertas del Parlament Gabriel Le Senne puto nazi»
También ha expresado su sorpresa por el hecho de que Garrido volviese a abrir el ordenador, intentó retirarlo porque «estaba sostenido sólo con algo de celo» y «a partir de este hecho han organizado un circo que han estirado durante más de dos meses y una campaña de acoso contra mí». «Han gritado a las puertas del Parlament Gabriel Le Senne puto nazi», ha recriminado, al tiempo que ha defendido que no es un fascistas.
El diputado de Vox ha resaltado que pidió perdón por lo sucedido y ha calificado de acoso y bullying lo sufrido durante este tiempo. Al finalizar el discurso, la mitad de los diputados de Vox se han puesto en pie para aplaudirle, mientras que los díscolos han permanecido sentados. En el turno de réplica ha aclarado que no le molestan las fotos de las víctimas del franquismo, sino que «no se respetase la neutralidad de la Mesa». Para terminar les ha animado a pasar página.