El pleno del Parlament ha aprobado este martes «censurar la conducta» del presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, de Vox. La censura a la conducta de Le Senne, que el PP ha votado a favor, se incluye en una moción de apoyo a las políticas LGTBI. Aunque el grueso de la moción la ha presentado el PSIB, la censura viene de la mano de Més.
El texto señala: «El Parlament censura la conducta del presidente de impugnar ante los tribunales las decisiones democráticas de la Mesa de colgar la bandera en defensa del colectivo LGTBI». Y añade que esta conducta, «además de indigna democráticamente, es contraria a los derechos humanos».
De este modo los diputados de PP, PSIB, Més per Mallorca, Grupo Mixto y el no adscrito Xisco Cardona han votado a favor de la moción sobre las políticas LGTBI, aunque la propuesta ha sido rechazada por los diputados de Vox y el no adscrito Agustín Buades. El encargado de defenderla ha sido el diputado socialista Ares Fernández, que ha recordado que Le Senne todavía preside la cámara «gracias al PP». El parlamentario ha señalado como «absolutamente lamentable» que en pleno siglo XXI se tenga que defender el uso de la bandera arcoiris y ha remarcado que la «incomodidad» que genera es por lo que simboliza, el «reconocimiento de derechos», y no del propio símbolo en sí.
Durante su intervención la diputada de Més Marta Carrió ha resaltado que la decisión de Le Senne de recurrir a los tribunales en este asunto no solo fue «indigna democráticamente», sino que también es «contraria a la defensa de los derechos humanos».
Por otro lado, la portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas, ha justificado el voto contrario de su formación por intentar «colectivizar los derechos de los ciudadanos». A su juicio, la izquierda y los medios de comunicación a través del «consenso progresista 'woke'» promueven la «división de la sociedad en colectivos artificiales», mientras que Vox fomenta una visión de España basada en la «unidad de los españoles». Cañadas también ha asegurado que en Vox están «horrorizados» por ver el aumento de las ayudas para luchar contra la LGTBIfobia anunciadas este pasado lunes por la Conselleria de Famílies i Afers Socials, mientras se «abandona» a las familias con personas dependientes.
El diputado del PP Pedro Manuel Fernández ha calificado estas acusaciones de «tonterías» y «barbaridades», al mismo tiempo que ha reivindicado la gestión de la consellera del ramo, Catalina Cirer, con la iniciativa de ocio adaptado o el aumento de las horas para la atención domiciliaria. De igual modo, ha justificado el voto a favor de su formación por la necesidad de defender los derechos humanos y como crítica de los hechos que se sucedieron a raíz de la exhibición de la bandera LGTBI en el Parlament.