La gripe inició la fase epidémica justo antes de las fiestas navideñas, situándose la tasa de incidencia en los 66,1 casos por cada cien mil habitantes entre los días 16 y 22 de diciembre.
Pero tal y como ocurre cada año, tras estos días de celebración, de encuentros sociales y reuniones familiares, que coinciden con la llegada del frío en nuestra comunidad, se espera que la incidencia aumente de forma exponencial y se alcance el pico epidémico en las dos próximas semanas.
Si bien este año la gripe llega con un poco de retraso y pasa el umbral epidémico unos días más tarde que el año pasado, «se prolongará durante el mismo período de tiempo», tal y como explica Elena Esteban, directora general de Salut Pública. «El virus se comporta de la misma manera cada año y circulará durante las mismas semanas por lo que se espera que este año, el pico epidémico se prolongue más hasta finales de enero», aclara.
Desde Salut explican, además, que durante estas fechas hay cierto infradiagnóstico a consecuencia de los festivos, que no se registran casos en la red centinela, pero que una vez vuelva la normalidad a los centros de salud y los escolares regresen a las aulas, se podrá contabilizar el impacto real de los virus respiratorios en las Islas este mes de enero.
En este sentido, Esteban recuerda que la tasa de incidencia en Baleares normalmente se dispara durante la última semana de diciembre y las dos primeras semanas de enero y que suele darse un segundo pico epidémico durante el mes de febrero. «Por ello insistimos en que estamos a tiempo de vacunarnos, que aumentará la circulación del virus pero podemos llegar protegidos a la segunda ola», expresa.
La directora de Salut Pública confirma además que están circulando las mismas cepas de los últimos años y que son las que incluye la vacuna para la inmunización este año.
Reconoce además que aunque no tienen los datos exactos de personas que ya se han vacunado en las Islas, las cifras son un poco mejores que el año pasado y asegura que ha aumentado ligeramente el número de dosis inoculadas esta campaña.
Respecto a la sintomatología, Esteban explica que también se repite, «fiebre, malestar, congestión, tos seca y atromialgias».
«Pero hay que recalcar que la gripe no es un catarro y que se tiende a banalizar porque en la mayoría de los casos es benigna, pero entre los grupos de riesgo puede tener serias complicaciones, hospitalización e incluso la muerte. Existen datos que señalan que después de una gripe el riesgo de infarto de miocardio o de ictus se multiplica por ocho», incide.
No os acerquéis a un hospital que os meten la jeringa mala y para el ollo igual que hicieron en el COVID.