El Govern prepara en esencia el mismo proyecto de Presupuestos que el que no pudo aprobar a finales del año pasado por culpa del anunciado rechazo de Vox. El departamento de Hisenda parte de la base del proyecto que presentó en su día, que es el que se está negociando de nuevo con Vox. Sin embargo, para cuando se apruebe el proyecto –si es que finalmente se aprueba– ya se habrá ejecutado medio año de gasto por lo que sí se tendrán que introducir ajustes de lo que ya se haya hecho este medio año.
El proyecto que presentó el Govern preveía un gasto cercano a los 7.500 millones de euros. En su conjunto, Vox había expresado su conformidad con el contenido, salvo una excepción: las cuantías destinadas a asegurar lo que llaman «libertad lingüística» en las aulas.
Los Presupuestos reservaban 1,1 millones para el plan piloto de elección de lengua en las aulas, sin una partida específica para ello ya que se incorporaban a la partida correspondiente a nóminas de los centros concertados. Vox presentó enmiendas para destinar 7 millones de euros a la elección de lengua y además reclamaba una subvención de 75.000 euros para la Reyal Acadèmi de sa Llengo Baléà, para Plis Educación, para el grupo Acción Balear y para la Fundación Jaume III.
Las dos partes aseguran que las negociaciones avanzan por buen camino porque no solo se negocian los Presupuestos, sino también el apoyo del PP a la derogación de la Ley de Memòria Democràtica, algo que ambos partidos dan por sentado. Sin embargo, el acuerdo sigue sin cerrarse y además aún no se ha llegado al asunto que provoca más tensiones entre los dos partidos: la garantía de libertad lingüística que exige Vox.
El partido de extrema derecha ha renunciado a poner en marcha la Oficina Lingüística a cambio de una Antiokupación, pero los de Abascal insisten a cambio en que es preciso derogar la normativa lingüística que vaya contra la implantación del bilingüismo en las aulas. Es decir, PP y Vox aún no han llegado al momento en el que se rompieron las negociaciones del anterior proyecto de Presupuestos.
Lo que sí tiene ya prácticamente asumido el Govern es que muy probablemente no llegará a tiempo para tramitar el proyecto de Presupuestos durante el periodo ordinario de sesiones, que acaba a mediados de junio. Ya se da por hecho que deberá habilitarse un periodo extraordinario y cabe la posibilidad de que las cuentas se aprueben finalmente en el mes de julio en un pleno extraordinario.
Aunque el contenido del proyecto sea prácticamente el mismo, deberá volver a pasar por el largo trámite parlamentario que ya pasó el año pasado. El Consell de Govern tendrá que aprobar las cuentas, después tendrá que enviarlas al Parlament y los consellers tendrán que volver a comparecer para explicar las cuentas de cada uno de sus departamentos.
A partir de ahí se deberán votar las enmiendas a la totalidad y entonces llegará el momento de las enmiendas parciales que deberán votarse en ponencia, comisión y finalmente en pleno. Dado que el Govern no prevé aprobar las cuentas como mínimo hasta dentro de dos semanas, como mínimo, este complicado proceso parlamentario sitúa la aprobación definitiva en el mes de julio.
Todo lo que critiquen los zurdos, es que está bien hecho...y para eso han ganado las elecciones, que parece que a los de izquierda se les olvida que los echaron a patadas.