El Govern está preparando una campaña en colaboración con las empresas de la industria balear para minimizar los efectos de la guerra arancelaria desatada por Donald Trump. El objetivo es expandir sus exportaciones hacia nuevos mercados y potenciarlas en aquellos en los que ya están presentes, en función de cada línea de producción y la demanda que estimen en destino.
La Mesa de Internacionalización de Baleares -constituida en 2018 para impulsar la presencia en el exterior de las empresas baleares- acordó la pasada semana la línea de acción para contrarrestar los efectos económicos del nuevo orden comercial mundial que acabe saliendo de los órdagos del Gobierno de EEUU. Este plan forma parte del paquete de medidas de choque presentado por el Ejecutivo autonómico hace un mes, dotado con una partida inicial de seis millones de euros.
La hoja de ruta pasa por una encuesta puerta a puerta que se lanzará mañana mismo a las empresas de la industria de las Islas y otras firmas exportadoras no estrictamente adscribibles a este sector, como las agroalimentarias. Govern y sector privado alinearán su estrategia en torno a tres vías de acción: cuantificar el impacto real de los aranceles, identificar los mercados alternativos más atractivos y definir el tipo de ayuda que debe proveer la Administración pública, por mucho que se prevea que el impacto va a ser moderado, dado que los lazos comerciales con EEUU no son tan importantes como con otros países.
Todos los consultados darán su parecer sobre cada uno de estos puntos, aunque desde la Conselleria d’Empresa, Treball i Energia ya se trabaja en la preparación de diversas vías de acción que con toda seguridad serán abordadas. Es el caso de las misiones comerciales a destinos extranjeros, con varias zonas geográficas ya esbozadas para algunos subsectores de producción.
Así, dentro del ámbito europeo se apunta a Países Bajos y a Alemania para potenciar las exportaciones de la industria naval, con posibilidad de extenderse a Oriente Próximo, concretamente a Dubai (Emiratos Árabes Unidos). Las miras se están posando asimismo sobre Alemania y Dinamarca en cuestión de industria textil, mientras que para los productos agroalimentarios se piensa en los otros países de Norteamérica: Canadá y México.
«Vamos a intentar ser lo más ágiles posibles con la realización de la encuesta y tener los resultados en 15 días como mucho», señala el director general d’Empresa, Autònoms i Comerç, José Antonio Caldés. El proceso ya ha sido validado por los participantes en la Mesa de Internacionalización, incluidas las tres cámaras de comercio (Mallorca, Menorca y las Pitiusas); ICEX España Exportación e Inversiones y la Dirección General de Agricultura.
La iniciativa surge de la preocupación suscitada en el seno del sector empresarial con el anuncio nuevo plan de aranceles de Trump. La presidenta Marga Prohens anticipó hace poco más de un mes una primera batería de medidas «a corto plazo» para mitigar el impacto de este terremoto comercial. Las tres líneas de acción anunciadas entonces por el Ejecutivo balear definen las bases del trabajo que están desarrollando actualmente la Conselleria d’Empresa y la Conselleria d’Agricultura con las cámaras de comercio: una primera línea de 3,5 millones de euros «para la competitividad y la exportación», una partida concebida para paliar el impacto inicial «y poder seguir compitiendo con los mismos precios de sus exportaciones a EEUU».
La segunda y tercera línea son las que conectan más directamente con el plan actual de la Conselleria d’Empresa: refuerzo de las partidas ya previstas en la promoción de productos locales y aportación de medio millón de euros a la activación de misiones comerciales para abrir y estimular nuevos mercados, principalmente en Asia y Latinoamérica.
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