El Govern está redoblando sus esfuerzos para transmitir calma a los mercados emisores ante una nueva temporada de movilizaciones e iniciativas ciudadanas de protesta por la masificación. Los contactos con cónsules, turoperadores y agencias de viaje del extranjero se han intensificado en las últimas semanas con el objetivo de transmitir un mensaje de seguridad y hospitalidad y contrarrestar las publicaciones de algunos tabloides británicos que están caldeando el ambiente con lecturas abiertamente turismofóbicas y hostiles del contexto social y político en Baleares.
En ese sentido, desde el Ejecutivo se pretende replicar a cierto nivel las iniciativas surgidas el año pasado con el estallido de las manifestaciones, momento en que centraron la estrategia comunicativa en los dos principales mercados emisores, Alemania y Reino Unido. Las últimas iniciativas de protesta contra la saturación en diversos municipios de la Part Forana -y con la manifestación del 15 de junio a nivel europeo como telón de fondo- han vuelto a generar una andanada de reacciones entre parte de la prensa extranjera, de forma especial en el Reino Unido, que no duda en mezclar imágenes de estas campañas con las de movilizaciones del año pasado o con mensajes confusos sobre nuevas cargas fiscales contra los turistas, insistiendo en un incremento de la ecotasa que el Govern desestimó a principios de abril.
Medios como Telegraph, Daily Mail, Daily Express, Mirror o Independent han publicado titulares como «Las perezosas campañas antiturismo de Mallorca cargan contra los visitantes de clase media», «Pánico en Mallorca mientras los turistas dan la espalda a las vacaciones en la Isla tras las protestas», o «Los veraneantes encaran una tasa de 70 libras esterlinas y estrictas reglas de entrada».
Por si fuera poco, el CEO de Jet2, Steve Heapy -un crítico feroz de las manifestaciones y de las políticas de control del turismo- ha echado más leña a la hoguera con unas manifestaciones en las que indica que hay una creciente sensación de inseguridad en relación con Baleares y otros destinos de la geografía española entre los clientes. «Existe una creciente percepción entre de que ya no son bienvenidos. Gente que llama al centro de atención telefónica y visitan agencias de viajes preguntando cosas como ¿Es España segura? o ¿Seguimos siendo bienvenidos en el resort?». Heapy remarcó que «desafortunadamente, se está convirtiendo en un problema grave», ya que «la percepción se convierte en realidad».
La Agencia de Estrategia de Turismo de Baleares (AETIB) está aprovechando todo tipo de foros y eventos -la última una reunión el lunes con el cónsul de Reino Unido, Lloyd Milen- para insistir en que los visitantes de esos países «son siempre bienvenidos» y que las quejas ciudadanas obedecen a un problema de gestión de los flujos turísticos en determinados lugares y momentos del año.
Asimismo, se está solicitando a los turoperadores extranjeros que colaboren en todo lo posible para facilitar el tránsito hacia una distribución más equilibrada de las llegadas a lo largo de todo el año que contribuya a la desestacionalización a la par que alivia las tensiones por la saturación en los meses centrales. «Les pedimos cooperación y qué modelo de negocio plantean ellos, porque está claro que tenemos que evolucionar», indica el director de la AETIB, Pere Joan Planas.
Por otro lado, achaca al encarecimiento de la oferta balear -y no a las manifestaciones- la bajada experimentada por el turismo británico, nada despreciable: un 3,2 % menos de visitas en el conjunto de 2024 y hasta un 20 % menos en los tres primeros meses de 2025.
Les asegura que van a encontrar saturación, aguas fecales en las calas y si miran bien algún mallorquín emprenyado (ja en quedam pocs, però).