Dos años de luces y sombras en la política turística de Prohens

Desde que Marga Prohens asumió la presidencia del Govern balear en 2023, la gestión turística de su Govern ha estado marcada por un discurso centrado en la sostenibilidad, la contención del crecimiento y la lucha contra la saturación turística, aunque no exento de controversias y críticas.

Desde la oposición y diversos colectivos ciudadanos acusan a Prohens de falta de coherencia entre las palabras y los hechos, una discordancia entre el relato turístico y las medidas adoptadas por su Govern. Críticas que han arreciado después de que PP y Vox hayan tumbado esta semana en el Parlament la subida de la ecotasa y la creación de un impuesto a los coches de alquiler.

Prohens ha reconocido públicamente que Baleares enfrenta una congestión turística que compromete su competitividad y el bienestar de los residentes. Ha abogado por una transición hacia un modelo turístico más sostenible, basado en el valor por encima del volumen, y que promueva la desestacionalización y la diversificación de la oferta. En este sentido, ha defendido medidas de contención y ha subrayado la necesidad de pasar de la reflexión a la acción para garantizar unas islas más resilientes y justas.

El Parlament balear aprobó el 10 de mayo de 2024 el Decreto Ley 2/2024, conocido como el decreto de turismo responsable, que, entre otras medidas, prohibe el consumo de alcohol en las calles de determinados municipios del archipiélago y transfiere varios millones de euros a los ayuntamientos de Palma, Calvià y Sant Antoni de Portmany para combatir el turismo de excesos. También introduce mejoras en la «inspección, seguridad y concienciación», según la conselleria de Turisme

Días después de la aprobación del decreto, echó a andar el 22 de mayo de 2024 la Mesa del Pacto por la Sostenibilidad, un proceso participativo que ha obtenido más de 500 aportaciones y culminó en la identificación de 247 factores de transformación, 59 objetivos estratégicos y 65 objetivos de desarrollo. Estos objetivos abarcan desde la reorientación del sistema turístico hacia la sostenibilidad hasta la mejora del bienestar y la calidad de vida de los residentes. Sin embargo, el proceso ha sido criticado por la falta de avances concretos y la aprobación de medidas fuera del consenso de la Mesa, lo que llevó a la salida de partidos como el PSIB-PSOE y Més per Mallorca, así como de entidades sociales como el GOB.

El pasado mes de abril, el Govern aprobó un decreto con medidas urgentes para contener la congestión turística que prohíbe nuevas plazas de alquiler turístico en viviendas plurifamiliares y valida 90.000 plazas de alquiler turístico que estaban fuera del intercambio de plazas y que ahora pueden comercializarse mediante bolsas de plazas. Además, incrementa las sanciones contra el alojamiento ilegal, con multas de hasta 500.000 euros, y establece la colaboración con la Policía Nacional para detectar y combatir la oferta turística ilegal.

Las medidas adoptadas han generado tensiones en diversos sectores. El sector hotelero critica la legalización de plazas de alquiler turístico, considerándola perjudicial para el mercado de la vivienda y promotora de un modelo turístico insostenible. Por otro lado, partidos de la oposición y entidades sociales han acusado al Govern de falta de coherencia y de ceder ante las exigencias de sus socios políticos, como Vox, especialmente en lo referente a la subida de la ecotasa.

Así, el Govern de Marga Prohens ha intentado equilibrar la necesidad de contener la saturación turística con la defensa de la actividad económica que genera el turismo, implementando medidas que han sido tanto elogiadas como criticadas por distintos actores sociales y políticos.

Dos años después de la llegada al Consolat de Marga Prohens, diversos colectivos vinculados al turismo hacen balance de la política turística del Govern y le ponen nota cuando la legislatura llega a su ecuador.

Javier Vich (FEHM). Nota: 7,5

El presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Javier Vich, hace un balance positivo de la política turística del Govern de Marga Prohens al cumplirse dos años de legislatura. Según afirma, «se percibe una mayor sensibilidad y respeto hacia las necesidades empresariales para el desarrollo de las distintas actividades económicas».

Vich reconoce algunas discrepancias con el Ejecutivo autonómico, como la propuesta de incrementar el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), finalmente rechazada en el Parlament, o las restricciones al alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares. Sin embargo, destaca coincidencias importantes, como la necesidad de elaborar un plan para la transición económica de Balears, el impulso a la formación en turismo, el uso más racional de los fondos ITS, la lucha contra la oferta ilegal y el intrusismo, y las medidas para mejorar la calidad de la oferta turística.

De cara a Lo que queda de legislatura, Vich reclama al Govern una apuesta decidida por la modernización de las zonas turísticas consolidadas y por el diseño de una estrategia turística integral para el archipiélago.

Entre las prioridades del sector se incluyen también la inversión en infraestructuras viarias, de aparcamiento e intermodalidad, así como en el ciclo completo del agua y en innovación. A ello se suma la necesidad de simplificar y agilizar los trámites administrativos, especialmente en lo relativo a la concesión de licencias, y aprovechar mejor los datos disponibles para orientar la toma de decisiones estratégicas.

José Luís García (CCOO Illes Balears). Nota: 3

El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) de Illes Balears hace una valoración crítica de la política turística del Govern de Marga Prohens, al que acusa de mantener una estrategia continuista y poco eficaz frente a los problemas estructurales del sector.

Desde la organización sindical advierten que las islas siguen arrastrando los mismos problemas de siempre: un crecimiento imparable en el número de turistas que genera saturación, masificación y graves consecuencias sociales como el encarecimiento de la vivienda. «Seguimos como siempre», lamentan desde CCOO, al tiempo que señalan que, si bien los datos de ocupación turística, afiliación a la Seguridad Social o actividad económica son positivos, «no se traducen en una mejora real de la calidad de vida de quienes viven en Baleares».

Critican que las medidas de contención anunciadas por el Ejecutivo autonómico son «puro maquillaje» y carecen de efectividad tanto a corto como a medio y largo plazo. «Se hace un discurso de contención, pero la realidad es que seguimos en la misma dinámica y al ritmo que nos conduce al colapso», aseguran.

Para lo que queda de legislatura, exigen al Govern una postura mucho más firme y que lanze mensajes claros, tanto hacia la oferta como hacia la demanda turística. En cuanto a la oferta, consideran urgente establecer límites en aspectos como el alquiler vacacional, la llegada de cruceros, el volumen de coches de alquiler o en la gestión portuaria y aeroportuaria vuelos turísticos. «No se trata solo de no crecer más, sino de reducir la oferta», afirman, y recuerdan que esta labor debe abordarse no solo desde el Ejecutivo autonómico, sino también con apoyo del Gobierno central y de las instituciones europeas.

En cuanto a la demanda, exigen una actuación decidida: «No puede venir más gente». Aunque el Govern reitera que el crecimiento debe basarse en el valor y no en el volumen, desde CCOO reclaman que esa premisa se traduzca en medidas concretas. Una de ellas sería la aplicación de un impuesto sostenible de alto impacto económico durante los meses de máxima afluencia, con el objetivo de «enfriar la demanda» y lanzar un mensaje claro de contención.

También proponen revisar el tipo impositivo del IVA aplicado al alojamiento —planteándose si debe mantenerse en el 10% o incrementarse al 21%—, y consideran que el alquiler vacacional debe ser tratado fiscalmente como una actividad económica. «A través de la fiscalidad se puede y se debe modular la presión turística», sostienen.

El sindicato otorga un suspenso a la política turística del Govern: «No se han dado mensajes claros ni contundentes sobre qué modelo turístico queremos. Si no lo hacemos, seguiremos caminando hacia el colapso», advierten. Como prueba de ello, subrayan que, pese a ser líderes en actividad económica, el sector ya sufre una alarmante falta de personal. «Necesitamos políticas y mensajes mucho más contundentes, no medidas para quedar bien con todo el mundo», concluyen.

Maria Gibert (Habtur). Nota: Progresa adecuadamente.

Desde la patronal del alquiler turísitico Habtur, su gerente Maria Gibert considera que las medidas turísticas que está aprobando el Govern son coherentes con su discurso: «Tanto en campaña electoral como durante lo que llevamos de legislatura el discurso ha sido siempre el mismo: contención pero no decrecimiento. Pese a los intentos de algunos de tergiversar la realidad y hacer demagogia, desde Habtur pensamos que el discurso ha sido y es coherente. Para el sector del alquiler turístico era muy importante garantizar la rotación de las plazas ya existentes, puesto que era un agravio comparativo con otros sectores alojativos. Se ha hecho justicia sin crecer». De cara a lo que queda de legislatura, desde Habtur piden que una mejora en la regulación del sector que la dote de coherencia: «Hay medidas en la ley turística que son fruto del desconocimiento del sector y de su funcionamiento, por tanto, pediríamos que se trabajase en la modificación de la ley».

Pedro Homar (UGT Illes Balears). Nota: A septiembre.

El secretario general de UGT Illes Balears, Pedro Homar, ha cuestionado la coherencia del Govern de Marga Prohens en materia turística, al cumplirse dos años de legislatura. Según denuncia, existe una evidente contradicción entre el discurso oficial de contención y las decisiones adoptadas, como la reactivación de 90.000 licencias de alquiler vacacional que caducaban este año. «Esas plazas habrían servido para paliar la emergencia habitacional, pero en su lugar se ha dado carta blanca a su comercialización», critica.

Homar señala que estas medidas «no están pensadas para la gente» y contradicen los principios del Pacto por la Sostenibilidad impulsado por el propio Ejecutivo autonómico, que reconocía que Balears había llegado a su límite en cuanto a número de turistas.

De cara a lo que queda de legislatura, UGT exige que el Govern cumpla con los compromisos adquiridos en la Mesa de Diálogo Social celebrada el pasado 6 de marzo. Entre ellos, destaca la subida del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) y la creación de una tasa específica para vehículos de alquiler. «Estas medidas estaban pactadas y reflexionadas, no pueden quedar al albur de un veto de Vox», lamenta el líder sindical, quien insinúa que podría haber una estrategia de «policía bueno, policía malo» entre los socios del pacto.

Homar también reclama que las actuaciones contra la oferta turística ilegal sean «contundentes, expeditivas y disuasorias», y pide que se dote a la administración de medios suficientes para agilizar los expedientes sancionadores.

El sindicato considera que la política turística debe servir para que los beneficios generados por el sector reviertan en bienestar social y en la protección del medio ambiente. En ese sentido, UGT solicita un posicionamiento firme a favor de un nuevo convenio de hostelería que contemple mejoras en horarios, conciliación y retribuciones.

Asimismo, defiende un modelo turístico que limite al máximo el alquiler vacacional, especialmente en edificios plurifamiliares, donde considera que este fenómeno tiene un mayor impacto sobre el acceso a la vivienda.

Pedro Fiol (Aviba). Nota: 6,5

Desde la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de BALEARES, su presidente, Pedro Fiol, destaca como positivo el esfuerzo del Ejecutivo por combatir la oferta ilegal, una demanda histórica. Sin embargo, lamenta la falta de una definición clara del modelo turístico deseado para el archipiélago. «Llevamos tiempo reivindicando que, por encima de todo, debemos definir cuál es el modelo turístico que queremos para nuestras islas», señala, al tiempo que subrayan que contentar a todos los sectores por igual «no se va a traducir nunca en contención y equilibrio».

Según explica Fiol, actualmente no se logra controlar la demanda turística debido a una oferta excesivamente diversificada que dificulta saber qué tipo de visitantes llegan a las islas. También muestra su desacuerdo con las propuestas de seguir diversificando la oferta turística, ya que ello sigue concentrando a los turistas en los mismos meses del año, lo que agrava los problemas de congestión e impacto social y patrimonial.

Además, el presidente de la patronal de agencias de viajes de Balears advierte de una tendencia global que también afecta al archipiélago: los turistas buscan cada vez experiencias más inmersivas, lo que deriva en una presión añadida sobre las infraestructuras y los recursos locales que genera una fractura social: «no podemos permitirnos que los turistas cambien su rol de visitantes para convertirse en unos residentes más», asegura.

Para Fiol, uno de los principales retos del Ejecutivo hasta final de lesgulatura es conseguir que el turismo repercuta en una mejora real de la calidad de vida de los residentes. Valora positivamente la creación de mesas de trabajo en torno al pacto por la sostenibilidad, aunque reclama una mayor inclusión de sectores estratégicos «como el nuestro» que, a día de hoy, sienten que están fuera del marco de diálogo.

Consideran fundamental una mayor colaboración y una planificación más decidida para frenar el deterioro medioambiental y patrimonial que está sufriendo el territorio, especialmente en un contexto en el que la demanda turística desborda a la oferta y erosiona el atractivo del destino.

«Si no somos capaces de contener esta situación, los turistas acabarán eligiendo otros destinos», advierten, y añaden que este es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el actual Govern en la segunda mitad de la legislatura.

Margalida Ramis (Menys Turisme Més vida). Nota: 0

La portavoz del colectivo ‘Menys Turisme, Més Vida’, Margalida Ramis, hace un balance muy crítico de los dos primeros años de política turística del actual Govern balear. Lo califica de «improvisado», guiado por «titulares vacíos» y alejado de cualquier voluntad real de abordar los efectos estructurales de la turistificación en las Islas.

Ramis asegura que «la gestión se ha basado en medidas reactivas cuando el Ejecutivo percibía tensión social en la calle», y como ejemplo cita la mesa del pacto por la sostenibilidad. «Las entidades ecologistas decidimos abandonarla porque comprobamos que no había intención de afrontar los problemas de fondo», afirma.

Además, denuncia que mientras se habla públicamente de contención, se aprueban decretos ley que favorecen la densificación urbanística, territorial y turística. «Se sigue asistiendo a ferias turísticas donde se niega la masificación, cuando en casa la situación es insostenible», añade. Para la portavoz, esta contradicción entre discurso y acción política evidencia una «esquizofrenia institucional».

La portavoz del colectivo considera que los problemas que afronta el modelo turístico no pueden resolverse con maquillaje ni con disputas semánticas sobre qué es o no masificación. «No estamos ante una situación que se arregle con grandes titulares, sino ante una crisis estructural que requiere ir a la raíz del problema», sentencia.

De cara al resto de legislatura, reclaman un giro profundo en las políticas no solo turísticas, sino económicas. «Hay que poner límites al turismo: limitar plazas, alquiler vacacional, circulación de coches, gestión portuaria y aeroportuaria... Y sobre todo intervenir el mercado de la vivienda, que está condicionado por este modelo», defiende Ramis. Considera que la respuesta debe ser social y ambiental, y lamenta que hoy por hoy esa visión no esté presente en la agenda política. «No se ha hecho nada que haya tenido un efecto significativo. Todo han sido anuncios y distracciones que esquivan el verdadero debate», concluye.