Emanciparse del hogar familiar cada vez es una tarea más ardua para la juventud de Baleares. De hecho, solo un 15,3 % lo logra, según los últimos datos del Observatorio de Emancipación Juvenil recogidos por el Consell de la Joventut de Baleares (CJIB) correspondientes al primer semestre de 2024. Además, de los que lo consiguen, tan solo el 8,4 % ha nacido en las Islas, una cifra preocupante teniendo en cuenta que las jóvenes que vienen de otros territorios tienen que estar emancipadas para vivir aquí, mientras que los autóctonos "son incapaces de hacerlo por falta de recursos y oportunidades, ha apuntado el presidente de CJIB, Pau Emili Muñoz.
Otra cifra alarmante el número de personas jóvenes que están en riesgo de pobreza, un 15,7 %. En contra posición, un 53,4 % tiene trabajo, el 80,2 % de los empleados tienen entre 25 y 29 años y un 36,1 % entre 16 y 24 años. La mayoría trabaja con contratos indefinidos, un 81,5 %, pero de éstos, el 39,3 % son fijos discontinuos, «una fórmula que muchas veces esconde inestabilidad». Además, el 25,2% de los que tienen estudios superiores están sobrecualificados para labor que desempeñan.
La tasa de emancipación avanza a medida que lo hace la edad, mientras que entre los 16 y los 29 años solo lo consigue el 15,3 % antes mencionado; a partir de los 25 a los 29 años el porcentaje aumenta hasta el 33,2 % y hasta el 72,6 % entre el grupo de 30 a 34 años. Por géneros, las mujeres representan una tasa de emancipación más alta que los hombres con un 17,4 %, frente a un 13,4 %, y tienden a convivir en hogares más numerosos (2,4 personas de media frente a 2,1).
La vivienda en régimen de alquiler sigue siendo la opción mayoritaria entre la juventud balear, ya que sólo solo un 22,9 % tiene viviendas en propiedad y con hipoteca. Durante el primer semestre de 2024, el coste medio del alquiler supone el 135,9 % del sueldo medio juvenil (1.172 euros). Y es que, una persona joven solo puede asumir un alquiler de 810 euros, menos de la mitad del precio real del mercado. Así, Baleares se sitúa como la región con el coste de acceso al alquiler más elevado del conjunto del Estado.
La vivienda en propiedad sigue siendo una utopía, pues el precio medio de una casa se fija en 310.870 euros, que implica destinar 22,1 veces el salario anual de un joven asalariado o 9,6 veces los ingresos anuales de un hogar joven. A su vez, el coste de acceso para financiar una hipoteca representa el 60,4 % de los ingresos de una vivienda joven y el 139,3 % del salario individual. La superficie máxima asumible en propiedad es de tan solo 32,6 metros cuadrados.
Revertir la situación
Frente a este panorama , el CJIB reclama acciones urgentes y valientes para garantizar el derecho a la vivienda y a una vida digna para los jóvenes. En este sentido, piden reducir la tributación para adquirir una primera vivienda como residencia habitual; y reconvertir instalaciones obsoletas (como antiguos hoteles) en vivienda pública o social.
Así como, mejorar y difundir los programas de ayudas a los gastos corrientes para jóvenes emancipados; crear una bolsa de vivienda pública con un 15 % de reservas para jóvenes y limitar el precio del alquiler en zonas especialmente tensionadas. «Es inaceptable que los jóvenes tengan que escoger entre irse de su casa o resignare a una vida precaria», ha asegurado Muñoz.
PERO A SANT JOAN SI QUE PUEDEN IR Y CASI GRATIS SEGUN PARECE