El sindicato UGT, las patronales hoteleras de Mallorca e Ibiza, las de restauración de las cuatro islas y la de ocio nocturno (ABONE) firmaron ayer el nuevo convenio colectivo del sector de la hostelería tras una maratoniana reunión de la mesa negociadora, en la que finalmente no se logró la firma unánime de todas las organizaciones presentes. El sindicato Comisiones Obreras y la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) descartaron refrendarlo con su firma.
El presidente de la Federación de Servicios de CCOO Illes Balears, Héctor Gómez, anunció tras la firma que actuarán «para evitar los retrocesos que ha pactado UGT a cambio de la subida salarial firmando el peor convenio de la historia»
«Somos plenamente conscientes de la importancia de este convenio, que afecta a más del 60% del PIB de las islas y a la mitad de la población activa, pero no podemos firmar algo que vende los derechos de las personas trabajadoras», afirmó Gómez.
Según explicó el dirigente sindical, la subida salarial pactada del 13,5%, repartida en un 6% el primer año, un 4% el segundo y un 3,5% el tercero, queda por debajo del 15% que exigía CCOO, en un contexto de beneficios récord para el sector turístico.
«Aunque reconocemos que es una subida importante, no se corresponde con la rentabilidad del sector y viene acompañada de una grave pérdida de derechos sociales», denunció.
Entre los puntos más criticados por CCOO, se encuentra la gestión de las cargas de trabajo de las camareras de piso. Según Gómez, se ha incumplido el compromiso de realizar estudios en los dos primeros años del convenio, posponiéndolos hasta 2028, lo que a juicio del sindicato «lo convierte en papel mojado».
Otro de los aspectos más polémicos es el llamado «sexto día» según el cual empresa y trabajador pueden aplazar de mutuo acuerdo el segundo día de descanso para ganar uno más de trabaja la semana. CCOO considera que se abre la puerta a una desregulación encubierta del tiempo de descanso.
Gómez también denunció la alteración del complemento por incapacidad temporal (IT). «Antes se cobraba el 100% durante todo el año natural. Ahora, al cambiar el criterio a ‘cada 12 meses’, muchos trabajadores fijos discontinuos se quedarán sin ese derecho», lamentó.
Además, criticó la posibilidad de sancionar a quienes no se realicen los reconocimientos médicos, el empeoramiento de las condiciones para acceder a premios de jubilación, y el debilitamiento de las garantías de ocupación, que según el sindicato, solo se aplicarán a quienes trabajen más de seis meses y estarán sujetas a múltiples causas de reversibilidad por parte de la empresa.
«No hay avances reales en derechos sociales. Nos venderán humo y nos hablarán de igualdad, conciliación o LGTBI, pero son cuestiones ya contempladas por la ley. Lo esencial, lo que afecta al día a día de los trabajadores, empeora», subrayó. Respecto a la negociación, Gómez acusó a la Unión General de Trabajadores (UGT) y a la patronal de la FEMP de cerrar el acuerdo a espaldas de CCOO y al sindicato, además, de hacer concesiones a la patronal «Muchas de las cuestiones que explicamos en la mesa ni siquiera las habían entendido. Aun así, la patronal no ha cedido en ninguna de sus conquistas», explicó.
A pesar de las profundas diferencias, Gómez ha descartado un conflicto abierto con UGT. «Cada organización entiende el sindicalismo a su manera. Nosotros hemos sido coherentes con lo que defendemos y con nuestra afiliación».
Satisfacción en UGT
Por su parte, José García Relucio, secretario general de la federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Balears, defendió con contundencia el nuevo convenio colectivo de hostelería, calificándolo como «el mejor que ha habido nunca en Baleares» tanto en el plano salarial como en el de las mejoras sociales.
«El convenio incluye la mayor subida salarial que se ha pactado nunca en el sector en Baleares», aseguró Relucio, subrayando también avances significativos como la garantía de ocupación para los fijos discontinuos y medidas específicas para mejorar las condiciones laborales de las camareras de piso. Entre estas últimas destaca la petición formal al Gobierno central para que estas trabajadoras puedan acogerse a una jubilación anticipada a partir de los 52 años por razones de salud laboral.
Relucio no ocultó su decepción por la decisión de los hoteleros de Menorca de no firmar el acuerdo, pese a que todas las patronales de la restauración menorquina sí lo hicieron. «No entendemos su postura, cuando la diferencia que alegan es de solo medio punto por año», criticó el representante sindical. «Sabiendo cómo han subido los precios en Menorca, no tiene sentido que no respalden este avance».
También dirigió críticas hacia Comisiones Obreras, que decidió no sumarse al acuerdo. «Es un sindicato muy minoritario en esta mesa, pero aun así hemos apoyado muchas de sus propuestas, más de la mitad han sido incluidas en el texto final», señaló Relucio, quien lamentó que la decisión final de CCOO se tomara, según dijo, «llamando a Madrid». «Nosotros somos de aquí, representamos a las trabajadoras y trabajadores de Baleares y este es un convenio hecho para ellas y ellos», afirmó.
El sindicalistarebatió las críticas lanzadas por el representante de CCOO, Héctor Gómez, quien calificó el acuerdo como «el peor de la historia». En este sentido, Relucio respondió recomendándole que compare el nuevo convenio balear con el de restauración colectiva firmado por su propia federación a nivel estatal, con una subida del 2% y sin cláusula de revisión ni mejora del complemento por baja médica. «Aquí se seguirá cobrando el 100% desde el primer día de baja», enfatizó.
El convenio, que entrará en vigor con efectos retroactivos desde el 1 de abril, ya ha empezado a ser asumido por parte del sector. Según UGT, cadenas hoteleras como Iberostar, Riu y Meliá, así como patronales de la restauración menorquina, han confirmado su intención de aplicar tanto los atrasos como las nuevas tablas salariales en la próxima nómina de julio. «Este es y será el mejor convenio, no solo de Baleares, sino probablemente de toda España», concluyó Relucio, insistiendo en el carácter histórico del acuerdo alcanzado.
Hoteleros contentos
Por otro lado, la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM), María José Aguiló, valoró de forma positiva la firma del nuevo convenio colectivo de hostelería de las Illes Balears, destacando que se trata de un acuerdo «equilibrado, moderno y responsable» que ha permitido desactivar una huelga inminente en plena temporada alta.
«El nuevo convenio nace de un preacuerdo firmado entre las dos partes mayoritarias, la FEHM y UGT, en un momento límite, ante una amenaza real de huelga y bloqueo en una infraestructura crítica como es el aeropuerto. Fue un ejercicio de responsabilidad que ha dado frutos», subrayó Aguiló. El desbloqueo del conflicto fue posible, según explicó, gracias a un acuerdo salarial progresivo del 13,5% en tres años, con un primer incremento del 6%. «Este punto, junto con otros avances significativos, ha sido clave para alcanzar un acuerdo que beneficia a todas las partes», señaló.
Entre los elementos más innovadores del nuevo convenio, Aguiló destacó la introducción de medidas para modernizar el marco laboral, con mayor flexibilidad en la contratación y nuevos sistemas para la incorporación de extrabajadores. También se ha reforzado el compromiso de los establecimientos hoteleros con la desestacionalización y la continuidad del empleo, mediante una cláusula de reversión que protege la estabilidad en caso de circunstancias imprevistas.
Uno de los aspectos más sensibles, el absentismo laboral, ha sido abordado por primera vez de forma directa, según Aguiló. «Aunque no hemos llegado tan lejos como deseábamos, hemos logrado abrir una vía de trabajo en un tema que hasta ahora era tabú. La creación de un Observatorio de Absentismo permitirá trabajar con datos reales del sector y sentará las bases para futuras mejoras en el convenio», explicó.
Este Observatorio, que estará activo durante los tres años de vigencia del convenio, también se centrará en la productividad, salud laboral, cargas de trabajo, condiciones climáticas y uniformidad, entre otros factores. Aguiló subrayó que «por primera vez se establece un mecanismo que mantiene vivo el convenio más allá de su firma».
Respecto a la formación, lamentó que Comisiones Obreras haya renunciado expresamente a incluir esta materia en el texto final. «Habíamos hecho una propuesta que fue rechazada. Para nosotros es un tema importante, especialmente en lo que respecta a la mejora del talento y la formación continua de los trabajadores en activo», señaló.
La vicepresidenta también criticó la decisión de Comisiones Obreras de no firmar el convenio ni asistir a la reunión final. «Este acuerdo es el resultado de muchos meses de trabajo y redacción. Todas las partes, excepto Comisiones Obreras, lo han suscrito. Incluso se han incorporado propuestas suyas al texto. No entendemos su ausencia, creemos que ha pesado más una estrategia sindical que el interés por los trabajadores», lamentó.
Por último, mostró su sorpresa ante el posicionamiento de la Asociación Hotelera de Menorca, que inicialmente apoyó el preacuerdo y finalmente se ha desmarcado por diferencias económicas. «Todos sabíamos que era necesario hacer concesiones. Nuestra previsión inicial era un aumento del 12%, pero aceptamos un 0,5% adicional para desbloquear la huelga. Este esfuerzo ha permitido mejoras en contratación, descansos y flexibilidad que todos reclamábamos», concluyó.
Restauradores críticos
No faltaron las criticas al convenio por parte de las patronales de restauración y ocio nocturno, aunque finalmente lo firmaron tras incorporar al texto una disposición que abre la puerta a que puedan tener tablas salariales propias en el próximo convenio. «Nuestro sector, sobre todo aquellos establecimientos que no trabajan con turistas, tiene muchos problemas económicos y la subida contemplada en el convenio nos va acabar de matar», afirmó Alfonso Robledo, presidente de la Federación Empresarial de Restauració de les Illes Balears.
Para el gerente de CAEB Restauración, Bartomeu Mas, «este convenio no se ajusta a nuestras necesidades y las subidas salariales contempladas se nos harán muy cuesta arriba, porque una gran parte del sector son bares de barrio o de pueblo que muy poco tienen que ver con el turismo». La parte positiva, según Mas «es la inclusión en este convenio de un nuevo marco que contempla a futuro las especificidades de la restauración».
Para Miguel Pérez Marsá, presidente de ABONE, el objetivo es «tener una tabla salarial propia en el próximo convenio, con aumentos distintos a los hoteles, porque nuestro sector está mucho más atomizado».
miradorComo te piensas que se con siguen los derechos , con batucadas🤣🤣🤣🤣 aixi ens va