Nueva reunión maratoniana entre los representantes de la patronal del TIB y el sindicato SATI para tratar de lograr un principio de acuerdo que permitiera desconvocar la huelga en el servicio de buses interurbanos de Balears. De nuevo en la sede del Tribunal de Arbitraje y Mediación (TAMIB) y esta vez de más de siete horas de duración. Nuevo fracaso. Las partes iniciaron las conversaciones sobre las cuatro de la tarde y al filo de la medianoche salieron sin un acuerdo.
Los avances logrados en las últimas reuniones hacían presagiar una resolución positiva en las negociaciones de este miércoles, pero, nuevamente, volvieron a surgir complicaciones y discrepancias en puntos claves que alargaron el tira y afloja hasta más allá de la medianoche. Las discrepancias en torno a los descansos entre jornadas volvieron a ser un bache insalvable.
Los participantes, representantes del SATI y de la Agrupación Empresarial de Transporte Regular de Viajeros –integrada en la Federación Empresarial Balear del Transporte y en representación de las tres empresas concesionarias del servicio– discutieron durante largas horas en la enésima reunión de un conflicto en el que el único consenso es que ya dura demasiado.
La presión del Govern en los últimos días para que las partes echaran el resto para llegar a un acuerdo que permitiera retomar la normalidad del servicio ha sido clave para forzar las negociaciones. Algo que se ha traducido en dos encuentros consecutivos en el TAMIB que han excedido con holgura la duración e intensidad de todas las reuniones anteriores.
La reunión del martes se alargó hasta pasadas las once de la noche. Las discrepancias en torno a los descansos entre jornadas impidieron que entonces se alcanzara un principio de acuerdo lo suficientemente sólido como para desactivar la huelga. Ambas partes se emplazaron para continuar las conversaciones en la tarde de este miércoles, con el objetivo de encontrar «fórmulas alternativas» para llegar a un entendimiento.
El sindicato se ha declarado públicamente contrario a firmar un documento en que no figuren los descansos mínimos entre jornadas que reivindican, una cuestión que califican «de vital importancia». A pesar de los acercamientos producidos en materia de mejoras económicas –en cuanto a las anteriores propuestas sobre incrementos salariales y complementos– la letra pequeña en la cuestión del descanso entre jornadas ha bloqueado la firma de un compromiso conjunto en los dos últimos días.
Los parones se han estado sucediendo desde el pasado 18 de julio, alcanzando en el día de este miércoles la novena jornada, con servicios mínimos del 60 % desde el inicio. La huelga pasó a ser indefinida el pasado viernes.
En los últimos días se ha ido incrementando la presión del Govern para que las negociaciones avanzaran y se pudiera desactivar la huelga. El conseller de Mobilitat, José Luis Mateo, señaló el martes que el Govern ha hecho «todo lo que está en sus manos» para que las partes lleguen a un entendimiento y exigió a ambas «máxima responsabilidad» para cerrar un acuerdo que permita desconvocar la huelga.
Pese a no manifestarlo abiertamente, el conseller dejó entrever que sus exhortaciones se dirigían en mayor medida al sindicato. Así, remarcó que la patronal había hecho «aportaciones muy importantes» y que el SATI había logrado «grandes avances». Y remarcó que el sindicato «tampoco va a lograr todo lo que pretende, pero negociar es renunciar, es ceder».
Si fuesen profesionales en su trabajo, lo entendería perfectamente,