Actualmente, en la Isla se pueden llegar a diagnosticar entre 10 y 15 casos diarios de infecciones de transmisión sexual (ITS), las más comunes, tanto en Mallorca como a nivel estatal, son la clamidia, la gonorrea y la sífilis. «Son muchos», señala el coordinador de la Consulta Autonómica de Enfermedades Infecciosas de Transmisión Sexual (CAITS-PREP) de Mallorca, Adrià Ferré. «Muchos casos provienen de pacientes potenciales que pueden contagiar a otra persona», agrega. Esta incidencia se concentra entre la población de 20 y 35 años.
De las tres más frecuentes, indica que en los últimos cinco años, a nivel general, ha habido un repunte «llamativo» que de forma individual alcanza entre un 20 y 40%. «Son patologías que siempre han existido, pero hasta hace cuatro o cinco años eran puntuales». «La causa es multifactorial», explica. Por un lado, afecta el incremento de relaciones sin protección, igualmente influye la pérdida del miedo a las enfermedades de transmisión sexual, pues «a día de hoy se están banalizando», señala Ferré. Otra de las causas es la incorporación de prácticas sexuales con drogas y otro tipo de sustancias. Asimismo, las aplicaciones de citas solamente con fines sexuales, conducen a que los vínculos crezcan, así como la ausencia de protección y, por ende, el contagio se vuelve «más fácil». A su vez, el verano es otro factor de este aumento, pues las relaciones sociales y afectivas también se refuerzan. Por otro lado, el VIH presenta una tendencia descendiente en comparación a las otras tres.
Falta educación sexual
Existe una significativa carencia de educación sexual. Esta falta de conocimiento no se limita únicamente a adolescentes o al ámbito escolar, sino que también afecta a la población adulta. Según el especialista en ITS de la consulta de CAITS, «hubo épocas en las que se realizaron campañas educativas y publicitarias que enfatizaban la importancia del uso del preservativo». Sin embargo, advierte que «en los últimos años, este tipo de difusión ha disminuido considerablemente».
Por ello, subraya que se trata de un problema de salud pública y resalta la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz para poner fin a esta cadena de transmisibilidad cuyo crecimiento es exponencial. «Hay que intentar que no siga una curva ascendente y poner freno con prácticas seguras y concienciación». Asimismo, recuerda que «el objetivo no es no tener sexo, sino que la gente tenga prácticas sexuales seguras», concluye.
Es tiempo de saber estar solo, en celibato y trabajarse interiormente. Se reduciría a un elevado tanto por cierto los errores cometidos, ( no es por el error, sino por las consecuencias karmaticas que uno se traga en esta y en las siguientes vidas encarnadas ).