El Laboratorio de Epigenética del Cáncer del Instituto de Investigación Sanitaria Illes Balears (IdISBa), en colaboración con la oncóloga especialista en cirugía mamaria Maggie Dinome, de la Universidad de Duke, y un equipo internacional, ha descubierto un rasgo clave en un subtipo de cáncer de mama triple negativo: su capacidad para escapar de la vigilancia del sistema inmunitario. El hallazgo, publicado en la revista internacional NPJ Precision Oncology del grupo Nature, aporta una nueva perspectiva sobre este tipo de cáncer, considerado uno de los más agresivos y con menos alternativas terapéuticas disponibles.
«En la práctica clínica se analizan tres receptores fundamentales: estrógenos, progesterona y HER2. El cáncer de mama triple negativo se define precisamente por la ausencia de estos tres, lo que lo convierte en un grupo muy heterogéneo y sin terapias dirigidas específicas, a diferencia de los otros subtipos», explica el primer autor del estudio, Andrés Bedoya.«Es el que presenta una mayor capacidad de proliferación, lo que se traduce en más metástasis y en un pronóstico clínico menos favorable», agrega.
Además, muchos de estos tumores, suelen estar rodeados por una gran infiltración de células inmunes. Aunque estas defensas no logran eliminar el cáncer, sí lo mantienen bajo cierta vigilancia, lo que ha dado pie en los últimos años a que la inmunoterapia —un tratamiento que estimula al propio sistema inmunitario para reconocer y atacar las células tumorales— se convierta en una de las opciones más prometedoras frente al triple negativo. Sin embargo, no todos los pacientes responden de la misma manera.
Dentro de este subtipo, los investigadores identificaron un grupo de tumores con niveles bajos de la proteína HER2, a pesar de ser clínicamente negativos. Esta condición, conocida como HER2-low, había generado dudas sobre si estos tumores compartían la misma biología que otros triple negativos o si constituían un grupo distinto.
Los tumores HER2-low tienen una conducta inmunoevasiva
Para resolverlo, el equipo del IdISBa, en colaboración con las universidades de Duke, UCLA y Corea del Sur, analizó a 507 pacientes utilizando un enfoque multiómico —que integra datos genómicos, epigenómicos, transcriptómicos y proteómicos— para desentrañar las diferencias moleculares entre estos tumores. Los resultados fueron reveladores. El estudio demostró que los tumores HER2-low tienen un comportamiento inmunoevasivo: los genes HLA, encargados de alertar al sistema inmunitario sobre células peligrosas, estaban «bloqueados», lo que dificultaba su detección. Además, observaron que estos tumores parecen haber desarrollado estrategias para esconderse y evitar ser atacados.
Esto contrasta con los triple negativos clásicos, que presentan una alta infiltración de células inmunes y son denominados «tumores calientes». «Nuestro estudio sugiere que los HER2-low podrían diferenciarse de otros triple negativos al tener una biología propia, lo que podría ser relevante para futuras investigaciones y enfoques terapéuticos», señala el investigador.
Las implicaciones clínicas son relevantes, aunque la inmunoterapia ha demostrado ser efectiva para muchos pacientes con triple negativo, los HER2-low, por su carácter inmunoevasivo, podrían responder peor a este tipo de tratamientos, dejando a estos pacientes con menos opciones efectivas. «Los estudios van aportando pequeños avances que permiten a la clínica explorar nuevas estrategias. Este trabajo aporta evidencia de que los HER2-low no son simplemente triple negativos y podría influir en la forma en que se abordan estos tumores en el futuro», concluye.
Enhorabuena por esta labor social. La lucha contra el cáncer siempre es loable. Para colaborar y contribuir con mi granito de arena, les ofrezco a mi ex para que hagan experimentos con ella. Es un animal hostil pero enjaulada en un estabulario la podrán tener bajo control y harían un doble favor a la sociedad. Salut!