«Un 20% de las consultas al médico de cabecera que se atienden actualmente podrían ser fácilmente por infecciones de orina», señala el jefe del servicio de Urología de la Fundación Hospital de Manacor y de la Clínica Juaneda, Joan Benejam. A pesar de ser una afección frecuente en todo el año, «durante el verano, la frecuencia de infecciones urinarias aumenta notablemente» entre un 20% y un 30% en comparación a otras épocas, agrega.
«La gente bebe menos agua, suda más y no compensa adecuadamente la pérdida de líquidos, lo que concentra la orina y facilita la proliferación de bacterias. La humedad en la zona genital por bañadores o trajes de baño prolongados también es un factor de riesgo importante», subraya.
El grupo más afectado debido a su anatomía son las mujeres, «la uretra corta favorece que las bacterias del tracto genital lleguen rápidamente a la vejiga, provocando cistitis recurrentes. Detectamos picos en chicas jóvenes que inician su vida sexual y también en mujeres posmenopáusicas, ambos grupos con mayor predisposición a infecciones». Por su parte, incide en la importancia de las mujeres jóvenes, ya que «a veces viene relacionado con las primeras relaciones sexuales y generan un cierto sentimiento de culpabilidad», informa. Para prevenirlas, recomienda vaciar la vejiga antes y después de mantener relaciones sexuales.
Asimismo, cada año, cerca del 5 % de las mujeres acuden al médico por este motivo; a lo largo de su vida, afecta al 50 % al menos una vez y su frecuencia es mayor por el envejecimiento o comorbilidades. El microorganismo más común que las provoca es ‘Escherichia coli’, responsable del 70-80 % de los casos, según datos de la Resolución de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad publicado el año pasado.
Entre los síntomas más frecuentes, el académico de la Real Academia de Medicina de Balears, Benejam, señala la deshidratación, la urgencia y frecuencia urinaria, dolor al orinar y malestar general. En cuanto a los hombres, «la prostatitis presenta síntomas similares a la cistitis femenina: dolor, urgencia urinaria y malestar general. En ambos casos, si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en infecciones de vías altas, pielonefritis o incluso sepsis», alerta.
También, señala que los cólicos renales, muchas veces asociados a litiasis urinarias, aumentan en este estío. «El riesgo se eleva por la deshidratación: la orina concentrada facilita la formación y obstrucción por piedras, provocando dolor intenso y visitas frecuentes a urgencias», explica. Con todo, advierte de la importancia de la hidratación «tenemos que beber más de lo que consideramos que debemos beber», concluye.
Cuidado los hombres con la prostatitis, infección de orina masculina, se requiere analítica de semen, no sólo de orina, si hay bacterias, E. Coli, en la próstata hay que tomar antibióticos hasta su total desaparición, la prostatitis crónica es una auténtica pu ta da, ¿enterada la compañía? Me alegro.