«Si tienen pruebas que acrediten lo que se dijo en rueda de prensa, que se lleve a la Fiscalía o a las entidades correspondientes para que la justicia actúe en consecuencia. Más allá de esto, no haremos valoraciones de cuestiones internas». Así ha respondido el portavoz y vicepresidente del Govern, Antoni Costa, tras ser preguntado por las acusaciones de la exportavoz parlamentaria de Vox, Idoia Ribas, y los díscolos del partido, entre ellos la consellera menorquina Maite de Medrano, sobre la supuesta transferencia de «ingentes cantidades de dinero público» del grupo en el Parlament a la fundación Disenso, de la que Santiago Abascal es «presidente vitalicio».
«Lo que ha sucedido esta semana no es una novedad, ha habido varios episodios. Y siempre hemos dicho lo mismo: que afecta a un partido político», ha insistido Costa, y ha asegurado que no les consta que hubiese habido maniobras como las descritas por Ribas sobre forzar a Marga Prohens a un adelanto electoral para tratar de dinamitar la legislatura. De momento, desde la formación de extrema derecha no han hecho ninguna declaración oficial sobre este asunto.
La que fuera portavoz de Vox en el Parlament, ahora expulsada del grupo, aseguró que «yo misma me negué, cuando fui portavoz, a transferir más de un 10 %; y lo hice con el apoyo y el acuerdo de los demás diputados». A su modo de ver, «es curioso que una de las primeras actuaciones de la actual portavoz fue modificar el convenio y pasar de transferir un 10 % al 50 % del dinero del grupo». En este punto, ha precisado que ni a ella ni su compañero también expulsado, Agustín Buades, le pidieron autorización para ello cuando formaban parte del grupo parlamentario.
La ex diputada de Vox que ahora tiene un escaño como no adscrita denunció que «los verdaderos intereses de Abascal y su reducido grupo de hombres al mando del partido no son los españoles, ni mucho menos los ciudadanos de Baleares, consisten en acumular dinero público en la fundación Disenso, de la cual Abascal se ha hecho presidente vitalicio». A su modo de ver, «Vox se ha convertido en una estafa pidamiral con estructura de secta».
«Eso son los intereses de Abascal: el dinero. Y mientras se forran le venden humo a la gente, van enganchando adeptos con un discurso patriótico y silenciosamente aplican un descomunal giro político al partido, abandonando los principios liberal-conservadores, para abrazarse a una derecha populista y radical, que podemos calificar como la 'deriva buxadé', que es el eurodiputado de Vox, exmilitante de la Falange española, que odia todo lo que huela a libertad y que está detrás del cambio de grupo en Europa», afirmó Ribas.
Marti PascualNi voltros amb bilduetarres y comunistes, que és molt pitjor.