La Fiscalía reclama una condena de un año y medio de cárcel para un constructor por estafar a un cliente y provocar graves daños en su propiedad cuando este se dio cuenta de lo ocurrido. De acuerdo con la calificación del Ministerio Público, el acusado, de origen alemán, contrató unos trabajos de saneamiento en un chalé de Sa Torre en el año 2017. Se cerró un precio de 200.000 euros por las obras que incluían arreglar las terrazas, las cubiertas del inmueble y un nuevo aislamiento térmico e impermeabilización.
Para hacer todo eso era necesario pedir una licencia de obra mayor en el Ajuntament de Llucmajor. Según la acusación, en el contrato firmado se incorporaba una partida para contratar al arquitecto, pagarle el proyecto y gestionar los trámites ante el consistorio. Pues bien, eso no se hizo y el Ajuntament inició un año después del inicio de las obras un expediente de infracción urbanística. También ordenó su paralización.
Tras ese episodio la relación entre el constructor y el propietario de la vivienda estalló en numerosas discusiones. Fue entonces cuando, según la Fiscalía, el acusado dejó la obra a medias. Se marchó cuando había demolido ya el tejado y sin colocar ningún elemento que impermeabilizara la finca, «aún a sabiendas de los perjuicios en el interior que la entrada de agua podría provocar», sostiene la acusación pública. De esta manera se produjo una inundación en la casa y daños por un valor de 7.914 euros. La Fiscalía, además de la pena de multa reclama una multa de 5.400 euros y una indemnización total por 16.000 euros que suma los daños al coste del arquitecto que nunca fue contratado. El juicio se celebrará la próxima semana en la Audiencia Provincial.
Alemanys que contracten alemanys!!! Perqué, esta clar que ho saben fer tot millor que es d'aqui!!! Idó ja ho veus.