Los jueces de Violencia sobre la Mujer advierten, llega el «colapso». A partir de este viernes estos juzgados asumirán la instrucción de todas las causas por delitos sexuales, dentro o fuera de la pareja, que dejarán de tramitarse por los juzgados de Instrucción ordinarios. Un total de 123 magistrados de estos órganos en toda España y, entre ellos los titulares de los juzgados 1 y 2 de Palma, advierte que ese cambio se produce sin ningún tipo de refuerzo y recuerdan que alertan desde hace meses sobre esta situación: «Emitimos un comunicado en marzo con objeto de trasladar a la ciudadanía las nefastas consecuencias que iba a suponer en unos órganos sobrecargados desde hace años». Así, ahora constatan: «No podremos abarcar todo lo que se avecina porque es inasumible. No podremos seguir realizando nuestra labor a costa de nuestro sacrificio personal, porque ni siquiera eso será suficiente».
Los jueces critican que el Ministerio de Justicia ha incumplido su promesa de reforzar estos órganos y crear un 50 por ciento más de plazas. Lejos de ese incremento de las plantillas la creación de puestos ha sido muy limitada. En Palma sí se ha creado una cuarta plaza de magistrado por los juzgados de Violencia de Género. Sin embargo no entrará en vigor hasta que se ponga en marcha la Ley de Eficiencia y los tribunales de instancia, el próximo uno de enero. Sí se ha creado un juzgado especializado en Manacor que hasta ahora no lo tenía, pero no en Inca.
«La realidad es que, en la mayoría de partidos judiciales no se han adaptado las sedes para llevar a cabo esa labor en unas mínimas condiciones de dignidad y confort para las mujeres», añaden. Tampoco se han mejorado los servicios auxiliares como forenses, personal o oficinas de atención a las víctimas, cuyas limitaciones también provocan retrasos en las causas. Los magistrados ponen como ejemplo lo ocurrido con las pulseras antimaltrato: «Los jueces y juezas asumiremos hasta donde podamos todas esas carencias para asegurar, en la medida en el que el tiempo y las fuerzas nos lo permitan, el buen trato y la protección a las víctimas».