El congreso de ABTA celebrado en Magaluf ha tenido entre sus participantes al Consejero de Turismo en la Embajada Española en Londres, Manuel Butler, quien integró el panel dedicado a la gestión de los destinos saturados.
¿Qué balance hace de la temporada?¿Cómo se ha comportado el turismo británico este año?
— La temporada ha ido francamente bien, muy bien. Me remito a las estadísticas publicadas por el INE el otro día: desde enero a agosto el incremento de llegadas ha sido de un 4,3 % y el incremento del gasto turístico ha sido del 5 %.
¿Cuáles son las expectativas de cara a la temporada baja y para el próximo año?
— De cara a la temporada de invierno hay un dato que es fundamental, que es la apuesta empresarial de las compañías aéreas por los destinos. Eso lo medimos a través de los asientos y slots que tienen comprometidos con los aeropuertos. Es una cifra confidencial y no se nos permite divulgarla, pero puedo decir que es positiva. Respecto a la próxima temporada de verano, acabamos de oír a los grandes operadores como TUI, Easyjet y Jet2 asegurando que ven unas perspectivas para el año que viene francamente buenas y donde la única incógnita que hay es el esfuerzo fiscal que tengan que hacer los hogares. Se han retrasado a noviembre los presupuestos que se presentan en octubre. Eso es algo inusual que provoca incertidumbre. Puede afectar al poder de compra de las familias, aunque la demanda es muy elástica.
Precisamente, en el balance de sus vacaciones en Baleares los turistas están destacando que los precios son cada vez más elevados.
— Pero que los precios sean cada vez más altos tiene todo el sentido, porque el overtourism o sobreturismo es un exceso de demanda por una oferta determinada. Si sube la demanda, el precio sube también.
«Que Balears tenga los precios cada vez más altos tiene todo el sentido: si sube la demanda el precio subirá también»
¿Cree que eso va a acabar provocando una retracción en la demanda?
— Dependerá de las rentas disponibles de las familias. Si estas se reducen, sí lo hará. Aunque hay que decir que ellos siguen priorizando las vacaciones por encima de todo: es el producto de consumo número uno por delante de las otras categorías. Por eso, ahí se está produciendo un efecto interesante, pero que no es nada bueno, que es la reduflacción. Como cuando en el supermercado no te suben el precio, pero te dan menos cantidad. Con el turismo puede pasar lo mismo: siguen viniendo, pero reducen los días de estancia.
La oferta complementaria se está quejando de que su temporada ha sido muy floja.
— El efecto champán en el gasto de después de la covid se acabó en 2024 y este año ya hemos entrado en una senda más normal. La demanda es elástica, pero hasta un determinado punto. Siempre hay un punto de inflexión. No tengo datos concretos, pero por lo que se lee en prensa, la oferta complementaria, a nivel general, no lo ha pasado bien.
¿La masificación va a acabar afectando a la demanda?
— Hasta hoy no ha afectado para nada. Sí que es una cuestión que aparece con insistencia en los medios de comunicación de allí y muy asociado a España, porque es el destino líder y acapara la atención. Pero no es un problema exclusivo de España: en Grecia sucede lo mismo, en Italia, etc.
¿Cuál es su receta?
— Hay que monitorizar este fenómeno y construir un nuevo tipo de turismo. El Gobierno está liderando estas iniciativas y presenta ahora la Estrategia Sostenibilidad 2030. Los turoperadores, los residentes... Todos tienen que colaborar. También los municipios, que creo que tiene un papel protagonista muy grande a la hora de gestionar la sostenibilidad social, que es la clave. Si todos los que estamos metidos en el ecosistema turístico colaboramos creo que vamos por buen camino. Lo que pasa es que estamos construyendo algo nuevo, algo que no se ha inventado en el mundo ni se ha hecho nunca antes.
(*) Ei tu ! , ALERTA, que ens ve a parlar del tema turisme i economia capitali$toid€, el Conseller de Turisme a la Embaixada EspaÑola(y Olé) a Londres, Manuel Butler. Això és com catxondeo.