Baleares se prepara para adoptar el 'modelo Barnahus', casas seguras para niños víctimas de abusos sexuales en las que se unificarán distintos servicios que intervienen cuando se detectan este tipo de delitos. La Conselleria de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia ha informado este viernes al Consell de Govern de la implantación de este modelo en las Islas, que tiene como principal objetivo evitar la repetición de declaraciones para que la víctima no tenga que revivir constantemente el episodio traumático.
'Barnahus' es un término islandés que significa 'casa de los niños'. La idea es integrar en un espacio amable para los menores los sistemas de justicia, salud, servicios sociales, etc., asegurando al mismo tiempo la calidad de la prueba judicial. De la mano del Observatorio de la Infancia y la Adolescencia, se constituirá un grupo de trabajo que coordinará el despliegue del modelo y elaborará un protocolo único de actuación.
El objetivo es que en cada isla exista una de estas casas, que dependerán de los Consells Insulars. Ibiza es de momento la que va más avanzada porque ya comenzó a trabajar en ello en la legislatura anterior. La consellera, Sandra Fernández, espera que al terminar de la legislatura ya se hayan identificado los espacios donde se ubicarán estos centros.
La revictimización continua de los menores en los procesos judiciales por abusos, haciéndole repetir su declaración en distintas fases de la causa o de la atención social o médica, es un factor del que han alertado organizaciones como Save The Children. De hecho la ONG recoge firmas por la creación de equipamientos de este tipo. «Cuando un caso de abuso sexual se denuncia, comienza un largo y duro proceso judicial para los niños víctimas: casi la mitad de los procesos judiciales duran más de tres años, y todavía hay casos en los que dura un mínimo de cinco años. Deben repetir su historia en múltiples ocasiones, teniendo que revivir el trauma, y la mayoría todavía tiene que declarar en juicio. Faltan espacios amigables con profesionales especializados para que la infancia víctima de violencia pueda prestar su testimonio de forma respetuosa», advierte la entidad.
Fernández añadía este viernes que, además, la repetición puede incluso perjudicar las investigaciones porque «por un instinto de protección el menor puede intentar anular determinadas situaciones que ha vivido». Lo ideal es que «en una única entrevista se puedan dilucidar todos los trámites necesarios».
«Este modelo va a suponer un paso muy decidido en la calidad de la atención a estos menores», ha concluido la consellera de Famílies.
... es pertinente recordar los abusos a menores por parte del clero... esos religiosos actuaron como depravados y no recuerdo que hubiese ninguna foto en los medios de comunicación, ni ningún policía yendo a buscarlos a las parroquias, ni ningún juez lo suficiente valiente para incoar una causa penal contra la iglesia... somos una sociedad cautiva acaso?