El Tribunal Supremo absuelve a dos empresarios que habían sido condenados por la Audiencia a cuatro años de cárcel por una estafa en la venta de 36 apartamentos en Can Picafort. La sentencia del Alto Tribunal sostiene que fueron condenados sin prueba suficiente basándose en el testimonio de otros acusados que incluso contradecía la prueba documental que había en las actuaciones y acepta el recurso presentado por los abogados Eduardo Valdivia Santandreu y Eduardo Valdivia Font.
Los dos empresarios ahora absueltos, hermanos, se hicieron en el año 2004 con los apartamentos turísticos Spigol Beach. Hicieron las obras de reforma para convertirlos en 36 viviendas, algo que era ilegal por la normativa urbanística y, según declara el Supremo, vendieron ese mismo año la sociedad propietaria de los inmuebles a otro empresario. Este, junto a otras tres personas, se conformaron en el juicio, que se celebró en el año 2022. Asumieron una condena de un año de prisión tras un pacto entre las acusaciones particulares, la Fiscalía y sus defensas que minimizaba sus penas y que también dejaba muy limitada su responsabilidad civil. Fueron condenados a pagar menos de 400.000 euros como responsabilidad civil. El resto, más de un millón de euros dependía de los empresarios ahora absueltos, lo que implica que los afectados ahora no percibirán esa cuantía.
El Supremo critica que la sentencia condenatoria asumiera como bueno el relato que dieron los otros acusados y que implicaba a los dos empresarios. «La ausencia de un rastro documental no puede suplirse mediante la prueba testifical de dos coimputados que han obtenido una más que sensible rebaja de la pena», valora. Además, en base a la documentación concluye que los dos hermanos no tuvieron nada que ver con la venta a las víctimas de los pisos.
Entonces quiero pensar que la reducción de penas de los que acusaron, quedan automáticamente suspendidas… si no, aquí huele a podrido