A la hora de hablar del Unicaja de Málaga puede que los adjetivos positivos que acompañan a su juego no terminen nunca. El equipo que entrena Aíto García Reneses ha firmado en los últimos años una progresión que no sólo lo mantiene entre los mejores de España, sino que también se codea con los VIPS de Europa. Al título de la ACB del año 2006 se le tiene que sumar la tercera posición lograda en la Final Four de la Euroliga en la temporada 2006-2007.
Aunque no todo son buenas noticias lo que rodea la actualidad verdiblanca, ya que el conjunto de la Costa del Sol, como muchos otros, se encuentra inmerso en una crisis económica que condiciona cada paso que da. En ese sentido la plantilla confeccionada este año, bajo la batuta de Aito García Reneses, ha renunciado al glamour de tener a un jugador franquicia, para consolidarse más como bloque.
La lesión del base americano Terrell McIntyre obligó al club a fichar a su compatriota Roderick Blakney para llevar el timón. Su pasaporte búlgaro, sumado a las excelentes maneras mostradas el pasado jueves en Euroliga, en el que fue su debut real, hacen de él una apuesta interesante.
La pintura malagueña es sinónimo de polivalencia. Cuentan con hasta cinco hombres grandes - Archibald, Freeland, Printezis, Rubio y Lima-, lo que da un amplio abanico de posibilidades. Archibald llega con molestias al partido, lo que le abrió la puerta a Lima el jueves para convertirse en el líder del conjunto boquerón. De Freeland, Rubio y, sobre todo, Printezis, se espera mucho más, ya que ninguno de los tres se ha convertido en la referencia clara en el seno malagueño.
La gran peculiaridad del juego malagueño, y por donde puede hacer mucho daño al Menorca Bàsquet, es la altura de su juego exterior. Los 197 centímetros de Berni Rodríguez y Uros Tripkovic, que actúan como escolta, los 205 centímetros del alero Carlos Jiménez. La facilidad con la que pueden entrar a por el rebote y el tiro, obligarán a Huertas, Limonad y Cuthbert a pluriemplearse para frenar una faceta muy peligrosa.