Ya está aquí el 'tipo duro'. 206 centímetros de pívot blanco americano. Un tipo que es un ídolo en su Saint Johnsbury natal, en Vermont, donde, ya en la universidad, se disfrazó de 'crak' para llevar a su equipo a conquistar tres títulos de conferencia, siendo elegido en las tres ediciones como el mejor jugador del torneo.
Pero sabe que el baloncesto universitario dista mucho del profesionalismo español por lo que entiende que su rol no debe ser tan importante, aunque él sea al fin y al cabo la el protagonista del equipo.
"No me considero la estrella del Menorca Bàsquet, somos un equipo y puede que en cada partido destaque uno u otro jugador pero el equipo, el bloque es el que gana el encuentro", matiza un Coppenrath cansado tras el palizón de vuelos que le llevó el domingo a Menorca.
Coppenrath fue apadrinado en sus primeras palabras como jugador del Menorca por el director deportivo, Tisi Reynés, en la cafetería del club, 'Time Out'.
"Fue nuestra primera opción, el jugador que queríamos desde el principio, y, aunque hubo un momento en el que se frenaron las negociaciones, al final estamos satisfechos de que llegaran a buen puerto", confiesa el exjugador.
Reynés detalló su carrera universitaria, en Europa y en España, donde ha liderado dos ascensos, el del Alicante y el del Murcia, hace dos y una temporada, respectivamente, aunque todavía no ha recibido la alternativa para debutar en ACB.
"Conoce la Liga, cuenta con dos ascensos, tiene una gran intensidad, una polivalencia que le permite jugar de espaldas y de cara y, sobre todo, hará mejores a sus compañeros porque no es un jugador egoista", afirma Reynés.
Coppenrath aseguró que uno de los motivos que le llevó a aceptar finalmente la propuesta del Menorca Bàsquet es "que era la mejor opción en caso de seguir en España, estoy expectante por conocer la ciudad y los fans y que he jugado con Morentín y Jiménez y estoy ansioso por luchar por regresar a la ACB".
El americano, que vivió una jornada maratoniana ayer con la revisión médica a cargo del doctor Nando Salom, una primera sesión física de resistencia y fuerza que convenció al preparador físico Cuco Rodríguez, una entrevista con la psicóloga del equipo y, por la tarde, sesión de pista con el técnico ayudante Toni Coca, advirtió que "vengo para ayudar al equipo en lo que necesite con rebotes, bloqueos y puntos, dependiendo de lo que necesite en cada momento".
Un año, pero quiere más
Uno de los aspectos que enrocó su fichaje fue que el jugador quería asegurarse otro año de contrato en caso de subir a la ACB. Finalmente desistió pero ayer apuntó que "tengo un año de contrato pero lucharé por el ascenso y por ganarme otro año en Menorca para poder jugar en la ACB".
Cuestionado a cerca de cuál es el secreto en los dos ascensos que ha vivido, el de Vermont no titubeó: "Hay que estar juntos, ser un auténtico equipo, si lo logramos tendremos opciones de ganar en todos los partidos".