Ayer por la mañana, Taylor Coppenrath y Andreu Matalí debieron tener una conversación en la que decidieron que, como fuera, tenían que ganar a La Palma. Ya por la noche, el partido todavía buscaba dueño al final del tercer cuarto (51-50) y entonces los dos jugadores sentenciaron. El catalán, estelar, sumó diez puntos y cinco rebotes en el último acto, mientras que el americano encadenó ocho puntos y tres rebotes. Y así, básicamente, el Menorca Bàsquet se llevó el duelo y recuperó la segunda plaza. La isla del viento venció ante la isla Bonita. Que pase el Lleida.
El Menorca Bàsquet salió serio, metido y abusando en la pintura. Otegui y Arteaga. La pareja de interiores se hizo con todos los rebotes en ataque y en defensa y, ayudados por dos triples de Dani Pérez y David Navarro, abrieron una primera diferencia (11-4, a 5'15''). Se durmió el equipo local y un triple de Martínez significó el empate a 14 poco después de que Dani Pérez tuviera que ceder el mando a Jiménez al cometer su segunda falta personal. La entrada en pista de Sikma complicó el juego al Menorca, que encajó un 3-16 (14-20) antes de que Arteaga dejara su lugar a Coppenrath. No paró el partido Berrocal, impasible ante el ritmo frenético que imprimió La Palma, hasta que quedaban poco más de 17 segundos. Se la jugó Navarro contra el muro canario y, a la remanguillé solventó la posesión Matalí para maquillar el electrónico, 18-22.
La seriedad de la cita la rompió David Timoner, que completó el juego de Es Molí de Foc al anotar un tiro libre, un triple y un tiro desde medio campo en 25 segundos, que le valió una ovación de las más de 2.500 personas que acudieron al Pavelló.
Morentín, que tuvo problemas en su gemelo durante la semana, acabó el primer acto y empezó el segundo luciendo un aparatoso vendaje. No encontraba fluidez el juego del Menorca y Berrocal apostó por un equipo alto, manteniendo en el perímetro a Matalí, de '3'. Precisamente al catalán le señalaron una antideportiva a López bastante rigurosa, que colocó a los canarios con 3l 20-28 a su favor a 6'29'' del descanso. Lo arregló el '17' blanco con un mate y una asistencia poco después (24-28), que obligó a Carlos Frade a pedir tiempo.
El objetivo local era recuperar la iniciativa en el juego. Se atascaron los dos equipos en el luminoso y Coppenrath mostró sus mejores minutos desde su regreso tras la lesión, cogiendo cinco rebotes. La grada cargó contra los colegiados tras castigar con simple falta una clara zancadilla de Kloos a Bas. Apretó los dientes el Menorca, ahogó a su adversario pero en la última posesión, tras una labor en defensa encomiable, no pudo recortar. 30-32 y descanso.
El Menorca debía corregir la falta de iniciativa. Un intercambio de golpes inicial, en el que el Menorca llegó a ponerse por delante, lo frenó uno de los colegiados señalizando una técnica al bravo capitán, Urko Otegui, por simular una falta. Afortunadamente los compañeros sofocaron el conato de cruce de cables. Compensaron, poco después, los jueces a costa de López.
Esta dinámica de trompicones beneficiaba a los locales, que se mantenían por delante. Un golpe de Martínez a Navarro encabritó al público y desequilibró al equipo. Varios fallos encadenados de los dos aspirantes acercaron a los canarios (49-48), Jiménez abrió una distancia mínima pero Bonhome, acrobáticamente acortó de nuevo (51-50).
Berrocal mantuvo a Jiménez en pista para abrir el último acto y recuperó a Coppenrath, que encadenó ocho puntos (59-53).
Frade ordenó una asfixiante presión a toda pista que no surtió, el Menorca cerró filas bajo su aro y fue rompiendo el parcial hasta conseguir el +10 (63-53, a 4'31'') gracias a una bandeja de plata de Marc Blanch.
Detuvo el reloj Frade. Estéril, la estrategia fracasó ante la mejor defensa de la Liga. El UB mantuvo la presión a toda la cancha, pero sufrió grietas en defensa. Matalí se puso la capa de superhéroe, con 8 puntos seguidos, defendió la renta, 75-61, a falta de 60 segundos y lo que eran tambores de guerra al principio, se volvieron una marcha de victoria. Al final, 75-65 y segundos, de nuevo.