El Menorca Bàsquet ya está inmerso, oficialmente, en el proceso de disolución que marcará su desaparición definitiva cuando lo determine el juez de Lo Mercantil que instruya los tres autos pertinentes en Palma de Mallorca. Se trata de la solicitud de liquidación, presentada el pasado día 11 de julio en el mismo juzgado, el ERE que afecta a los trabajadores de la SAD, y el cese de actividad, a los que se dio entrada en el Juzgado este pasado lunes, día 30 de julio.
El inevitable destino de la Sociedad Anónima Deportiva, comunicado por el presidente de la entidad, Benito Reynés, el pasado 5 de julio, ha sufrido un leve retraso en su inicio debido, fundamentalmente, a la necesidad de completar los trámites del Expediente de Regulación de Empleo que ha afectado a los 16 trabajadores de la SAD, incluidos algunos de los cuatro jugadores y técnicos que tenían contrato en vigor para la próxima temporada. La resolución del expediente, que debe aprobar el juez, ha seguido el trámite usual puesto que, con la reforma laboral decretada por el actual gobierno del Partido Popular, a los trabajadores del Menorca Bàsquet les ha correspondido una indemnización de 20 días por año trabajado. Algunos de los jugadores afectados solicitaron una baja voluntaria, sin más reclamación.Los administradores concursales nombrados por el juez hace un año, Bartolomé Bover y Alberto Baz, realizan las gestiones pertinentes para agilizar trámites y negociar con las instituciones que tienen suman pendientes con la SAD. El entre público IB3, asume su deuda de unos 700.000 euros, no así las instituciones que forman el consorcio del Pavelló. Sin embargo, no será hasta que el juez de Lo Mercantil apruebe y dicte los tres autos presentados -fase liquidación, Expediente de Regulación de Empleo y cese de actividad- cuando se hagan cargo oficialmente de la administración de la SAD hasta que concluya el proceso de su disolución. Mientras tanto, continuará siendo el consejo de administración presidido por Benito Reynés el que soporte las riendas de la entidad, aunque su actividad ya está prácticamente extinguida.El plazo puede prorrogarse aún hasta bastante más allá del verano, no sólo por la reducción de actividad en esta época debido a las vacaciones, sino también por la existencia de una grave avería informática.