En Madrid todavía se frotan las manos, mientras con tono jocoso alardean: "Tenemos Llull hasta el 2018". El base y escolta del Real Madrid lo está volviendo a hacer, se sale a lo largo y ancho del territorio español. Su buen hacer, que podría haber sido mejor si no se hubiese perdido dos partidos por lesión, así como la sólida imagen del equipo en la Liga Endesa ACB donde cuentan sus 12 duelos por victorias le ha llevado a ser el segundo jugador más valioso del campeonato con una nota media de 17,7. Por el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, que lo quiere con locura, todavía alucinan con lo de que el mahonés haya plantado a los Houston y a la NBA para seguir en la Casa Blanca. Ya van siete temporadas en el Real Madrid y esta, por números, va camino de ser la mejor.
El jugador formado en el CB La Salle Maó abandonó la Isla a los 15 años rumbo a Manresa y ahora es un referente del baloncesto nacional y europeo en cuyo palmaré lucen una plata Olímpica (Londres 2012), dos oros europeos (Polonia 2009 y Lituania 2011), una Liga ACB (2006-2007), una Copa del Rey (2012) y una Supercopa (2012), además del honorífico título de MVP de la Copa del curso pasado. Una evolución positiva que le ha llevado a asentarse a la selección española de baloncesto.
A nivel estadístico, Sergio Llull está firmando el mejor año desde que está en el Real Madrid. A pesar de que solamente ha jugado diez de los doce partidos que llevan los blancos en la fase regular, por el momento el base reconvertido a escolta según se tercie el duelo, está colocado en el segundo puesto del ránking de valoración de la ACB con 17,7 puntos por detrás de Spencer Nelson (19). Con 12,8 puntos por duelo, Llull está logrando su temporada más productiva en la que también está brillando en otra faceta que hace mejor a su equipo, en las asistencias ya que lleva 4,3 por partido. También ha incrementado el número de rebotes que caza por partido, 2,4, aunque resulta que es el curso que menos minutos está sobre el parquet.
Números frente a títulos
A pesar de que estadísticamente Sergio Llull está logrando sus mejores créditos, lo cierto es que será difícil que el mahonés supere todo lo que consiguió la temporada pasada. Es un secreto a voces que el Real Madrid suspira por ganar la Euroliga, un torneo que no alza desde la temporada 1994-1995, y de la que es el campeón de campeones con ocho entorchados en sus vitrinas. A pesar de que la dinámica en el campeonato doméstico es impecable, la plantilla de Pablo Laso tiene entre ceja y ceja el título continental, para el que está clasificado para el Top-16 que arrancará el próximo jueves día 27 ante el Alba Berlin.
El 2012 y todos los recuerdos que lo envuelven están celosamente guardados en casa de los Llull Melià. Empezando por la medalla de plata olímpica hasta el título de Copa y mejor jugador de la competición, sin olvidar el de campeón de la Supercopa de España. Un dato importante para este año que termina es la prolongación de su contrato hasta el 2018, lo que le convertirá, si no lo es ya, en un símbolo legendario del Real Madrid, a la altura del capitán Felipe Reyes.
A nivel internacional, Llull seguirá siendo uno de los pilares de la selección española en el Eurobasket 2013 que se celebrará en Eslovenia y en el que España parte como favorita para intentar lograr su tercer oro consecutivo. Pero antes de todo esto, el Madrid recibe mañana a un Valencia que sorprendentemente es el segundo clasificado y que pondrá en jaque el impecable registro de doce victorias de doce posibles de los blancos. Si Sergio Llull lo permite...