El nuevo grupo Balear de la Liga EBA que, en en principio, arrancará el próximo 5 de octubre si la Dirección General de Deportes, se compromete a sufragar todos los desplazamientos de los trece equipos es considerada como un parche de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears, que además, no cuenta con el consenso de los trece clubes inscritos en ella, comentan Eliseo Llabrés, Miquel Torres y Juan Fernando Palliser, tres históricos exdirigentes del baloncesto menorquín.
Entre las entidades insulares se había extendido el criterio mayoritario que la definía como la solución menos mala, aunque todos han coincidido en destacar el perjuicio que le causa al CCE Sant Lluís, obligado a jugar en la misma categoría que el año pasado aunque sea con un nombre distinto. El formato arbitrado por la Balear -una primera vuelta con los trece equipos y una segunda, ya sin Sant Lluís y Andratx que pasarán a la conferencia Este con los cuatro de Murcia y Valencia restándose sus resultados en la segunda vuelta- también genera un rechazo general harto comprensible por la falta de seriedad que se le otorga a la Liga.
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