Acelerón del Jaime Mascaró Ferreries. El triunfo obrado el sábado anterior sobre el Alcázar por el equipo que dirige Toni Pons de Coca (81-74; estelares Pau Pons y Rotger), en el marco de la octava y antepenúltima jornada de la fase menorquina de Primera Balear, implica su impulso hasta la tercera plaza de la clasificación, la misma que delimita la franja entre disputar el título autonómico o sucumbir a una segunda mitad de temporada desprovista de objetivos materiales.
De los varios supuestos contemplados en los prolegómenos del partido, su desenlace derivó en el más oportuno para el Ferre, que además de la victoria arrebata el average particular a un Alcázar que ha dejado de depender de sus propios registros por primera vez desde que el curso arrancó.
Dado el calendario que asoma para ferreriencs y mahoneses, la lucha cerrada entre ambos se mantiene, si bien ha revertido radicalmente el punto de favoritismo. El Alcázar (4/4), que de haber ganado en Sant Bartomeu habría certificado matemáticamente el tercer lugar, se ve en la necesidad de vencer los dos partidos que restan (recibe a La Salle y termina en Es Castell; ambos ya se han clasificado, pero persisten en un enconado 'rush' por la primera posición) y aguardar a que el Ferre (4/4) pierda uno –que recibe a un asequible Jovent y concluye en cancha de La Salle.
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