M.T. Sant Lluís 48
CB Quart 89
La resistencia de una plantilla desestructurada por las circunstancias, la del Sant Lluís, fue inexistente ante la propuesta dominante, arrolladora y, por momentos, abusadora del CB Quart. Probablemente, el mejor equipo del grupo.
En el banquillo, sin posibilidad de concursar, los tres bases: Dani García, Cristian Balibrea y Cice Mercadal. Isma Seguí aguantó en la cancha los catorce minutos que le permitió una contractura en el abductor; Miki Ortiz, con un esguince, y el debutante Lolo Sánchez, con una luxación en el hombro izquierdo.
Ante semejante panorama. el grupo dirigido por Albert Brea explotó su versión más dinámica, vertiginosa y efectiva sobre el parqué de Ses Canaletas. Poco importó la ausencia del gigante norteamericano Brad Kanis (2,17). Los puntales del equipo gerundense habitan en el perímetro. El Quart desplegó una gran capacidad para generar una circulación de balón endiablada -inversión y pase extra incluidos- para hallar al jugador más liberado. El resultado, un parcial de salida insufrible para un un rival malherido como el menorquín: 9-24.
Dos triples (Seguí y Artiles) y un 2+1 de Sergio Muñoz fue todo el bagaje ofensivo del Sant Lluís en el primer acto. Atrás, desarbolados por la capacidad catalana de localizar al tirador más libre y efectivo. Lanzamientos desde los 6,75, sin abusar, y varios más de media distancia -apenas aparecieron bajo la canasta local-, para cerrar el partido en diez minutos (9-29). El Sant Lluís, ni estaba ni se le esperaba.
La expresión corporal de los jugadores de Xavi Carreras evidenciaba que su fortaleza mental había sido rebasada. No hubo margen para una mínima reacción, al tiempo que caían físicamente más fichas del tablero azulado.
La dirección de Jordi Bataller confirmó las prestaciones que se le suponían y generó un incremento estadístico de dos secundarios como Dos Santos y Vila. Masllorens estuvo en su línea -3 triples en el segundo cuarto- y Jiménez se reservó, anta tamaña superioridad. Al descanso, 27-52.
El partido se le hizo eterno al Sant Lluís, que vio como paulatinamente la diferencia aumentaba hasta alcanzar la treintena (40-70, final tercer cuarto). El Quart levantó el pie del acelerador en el último cuarto, pero incluso sin querer halló situaciones francas,de uno contra cero, para aumentar la renta. El Sant Lluís llevaba minutos ido del partido, si en algún momento estuvo. En pista, muchos minutos, un cinco obligado por las circunstancias alejado de toda lógica y necesidad: Piris, Mirotic, Ortiz, Sánchez y Muñoz. El reflejo de que ante tanta anomalía el equipo, este sábado, tocó fondo.