El jugador del CB Ferreries Israel Vargas se siente «molesto, disgustado y sorprendido» con las manifestaciones del pívot de La Salle, Juan Murillo, recogidas por este diario, y en las que reflejó su indignación con la sanción de tres partidos que se le impuso a raíz del incidente que tuvo con Vargas (castigado con cuatro encuentros sin jugar) durante el partido de la primera jornada del Grupo Oro que enfrentó a azulgranas y sallistas, además de mostrarse crítico con el estilo de juego del equipo ferrerienc y con el mismo Vargas.
«Me hace gracia que Murillo diga que solo juega por placer y para ayudar a levantar el basket menorquín, ¿entonces, por qué se enfrenta a un jugador joven como yo, si tiene tanta experiencia?, la verdad es que la versión que él cuenta es mentira», inicia Vargas, que recuerda «existe una grabación del partido, ahí se ve lo que ocurrió, quien empezó».
El '3-4' de Ferreries admite no ser «un jugador ejemplar», pero asegura que «Murillo tampoco es un santo, y el primero que me tiró al suelo y me golpeó fue él; ¿acaso yo, con el tamaño que tiene, puedo tumbarle», desliza Vargas, que reconoce «sí, le dí una patada, pero después de que lo hiciera él. Y luego se queja de los codazos... esto es basket, si no quiere contactos, que juegue a pádel o a ajedrez».
Sin embargo, Vargas no concentra exclusivamente su enfado en Murillo, de hecho sitúa en un plano superior, en cuanto a la responsabilidad de lo acontecido, en «los árbitros». «La culpa no fue ni suya ni mía, fue de los árbitros, que no pitaban faltas y querían que el tiempo transcurriera rápido. En eso sí estoy de acuerdo con Murillo, los árbitros van a cobrar, a pasar el domingo y ya está», abunda Vargas, que por extensión reclama «un reciclaje en el colectivo arbitral de Menorca; los árbitros no están a la altura y eso lo sabe todo el mundo, pero me hace gracia que Murillo se queje cuando después ellos, 'las grandes estrellas', son los primeros en 'comerles la 'oreja' desde el minuto uno».
Asimismo Vargas matiza que habla en su nombre, «no en el del CB Ferreries». «Y yo no quería hablar, pero me he visto obligado ante tantas mentiras. Seguro que Murillo ha hecho esto para que le rebajen la sanción, y creo que lo justo es que a él le hubieran impuesto cuatro partidos y a mí tres», prosigue el ala-pívot ferrerienc, que en cualquier caso «no» se plantea recurrir un castigo que sí advierte «desproporcionado», y termina rompiendo una lanza en favor de su equipo. «Se da mucho 'bombo' a todo lo que hace el Ferre, cuando otros equipos también 'pegan' y se habla menos», concluye Israel Vargas.
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