La edición número 80 de la Copa del Rey alza el telón hoy en A Coruña, un año más y por segunda vez consecutiva con doble presencia menorquina, personificada en Sergio Llull (Real Madrid) y Álex Suárez (Dominion Bilbao), y con un considerable ramillete de aspirantes en disposición de detonar el habitual favoritismo que recae en el equipo madridista (campeón en las últimas dos ediciones; 25 títulos, el que más) y en el Barça (finalista en los últimos seis años; 23 cetros).
El invicto Valencia, subcampeón en 2013 y que esta temporada todavía no ha conocido la derrota en suelo español, el mismo equipo vizcaíno en el que se alinea Suárez, el Gran Canaria de Aíto o (y sobre todo) el Laboral Kutxa, un equipo al alza y con una sinergia y querencia especiales por el torneo del K.O, se significan evidentes amenazas al 'establishment' ACB que conforman madrileños y catalanes.
El torneo, a disputar íntegro en el Coliseum de A Coruña –el Río Natura Obradoiro ejerce de anfitrión–, alza hoy el telón con los dos primeros cuartos de final. Barcelona-Dominion Bilbao primero y Valencia-Gran Canaria después. Mañana, con el Real Madrid-Fuenlabrada, al que seguirá el Río Natura-Laboral Kutxa, se definen los otros dos semifinalistas que el sábado pugnarán un lugar en la final.
Suárez y Llull
En clave local, la atención se contextualiza en la participación de Suárez (es su tercera Copa, las dos anteriores con la Penya) y Llull (novena presencia, tres títulos, dos veces MVP), que solo reeditarán el enfrentamiento que se dio en la semifinal de un año atrás en Las Palma, en la final, según depara el cuadro del torneo. «A priori el Barcelona es el favorito, pero venimos con muchas ganas, con mucha ilusión. Es la fiesta del baloncesto y da igual lo que hayas hecho antes. Ahora es a un partido, a todo o nada, y puede pasar lo que sea», dijo Álex Suárez en manifestaciones recogidas por EFE en las horas previas al inicio del torneo y a medirse al Barça.
«Ir de tapados es mejor, puedes dar la sorpresa y eso buscaremos, que se pongan un poco nerviosos y hacer nuestro juego; es fundamental estar bien en defensa y acertados en el perímetro», apostilló el ala-pívot mahonés que juega a préstamo esta temporada en el Bilbao, si bien pertenece al Real Madrid desde verano.
Con mayor exigencia en cambio afrontan Llull y el Madrid su cita de mañana ante el Fuenlabrada, ante el que todo lo que no sea ganar implicará una sorpresa mayúscula. «El objetivo es ser los mejores; la Copa es un reto difícil, pero la intención es ganar», expuso el base mahonés en declaraciones a Europa Press. La Copa se pone en marcha. Un año más, con acento menorquín.