El Bàsquet Menorca abre las puertas. El proyecto del Sant Lluís en liga EBA, forjado con la intención de restablecer el baloncesto de cierto nivel en la Isla, persiste en su deseo de aglutinar bajo su nueva denominación a todas las fuerzas vivas del contexto insular. El más reciente botón de muestra al respecto, la confirmación por parte de la entidad de Ses Canaletes del acuerdo alcanzado con el resto de clubes de basket de la Isla, en virtud del cual los socios de las citadas entidades –además de, obviamente, los mismos asociados al Bàsquet Menorca– contarán con entrada gratuita en los encuentros en que el equipo que dirige Martínez Escala actúe de local.
El extremo, confirmado desde el entorno de Ses Canaletes, no es sino un guiño a la afición local en general, y una fehaciente prueba del propósito del Bàsquet Menorca de trascender como un auténtico proyecto colectivo en el ámbito insular (el club lluïser estudia crear un carnet de simpatizante, que ejercería de pase, y recibirían los socios de todos los clubes de Menorca).
La promoción, con todo, puede generar un problema al club que preside Rosendo Pons Conforto, relativo al aforo del recinto, en tanto que la capacidad de Ses Canaletes es limitada. En ese sentido, el club aguardará a calibrar la respuesta de la gente en los primeros partidos, y en función de la misma, aceleraría o no el traslado al Poliesportiu Municipal de Maó (lo que en principio no se contemplaba para este curso, sino para 2017/18) y no descartaría, aunque es una opción a corto plazo más improbable, pedir acomodo en el Pavelló Menorca.
Pretemporada
Al margen, el Bàsquet Menorca trata de diseñar una pretemporada acorde a las exigencias del proyecto. En esa línea, el club ha concertado su presencia en un triangular en la mallorquina Muro para el 24 y 25 de septiembre, que incluirá al equipo anfitrión (que ha previsto devolver la visita) y otro club como rivales. El Bàsquet Menorca, que arrancará la preparación de modo oficial la próxima semana, ha descartado disputar el tradicional partido de las Festes de Sant Lluís por cuestiones de operatividad –el equipo carece de ritmo y no había rivales para conformar un cartel atractivo– y su previsión es disputar entre cuatro y seis partidos preparatorios antes de abordar el nuevo curso.