Ni se acordaba ya Àlex Suárez de la última vez que había visitado el histórico pabellón de Calós, para enfrentarse al CB Boscos Ciutadella. Este jueves el jugador con ficha con el Real Madrid visitó la primera jornada de tecnificaciones de la entidad, ante la atenta y expectante mirada de los futuros talentos que se ejercitan estos días en Calós. Una visita en la que Suárez, recibido por el presidente gualdo, Lluís Moll, habló con «Es Diari» sobre su futuro. Un porvenir que a día de hoy es del todo incierto, tras haber vivido una temporada irregular y de sobresaltos en el Tecnyconta Zaragoza de la Liga Endesa, como cedido del Madrid. «La liga recién finalizó y todavía es muy pronto pero sí, a día de hoy estoy sin equipo y no sabemos qué pasará. El verano es largo y a ver qué ofertas se nos ponen sobre la mesa para decidir lo mejor», expresaba desde Calós, antes de aleccionar a los más jóvenes, «algo siempre muy productivo tanto para ellos como para mí, recordar aquellos momentos en la Isla».
Suárez, todavía con contrato con el Madrid y asegurando que de cara al próximo año «está todo abierto», no descarta continuar en Zaragoza. «Soy jugador blanco, era una cesión y deben ponerse de acuerdo para ver dónde juego. He estado feliz, pese a algunos altibajos con el entrenador que salió; pero nos salvamos, que era la prioridad», señalaba el mahonés. Un Suárez que valora de «complicado» este año, «con la salida del técnico, la lesión sufrida con el Fuenlabrada, cambios de jugadores y demás. Pero he cogido experiencia y he crecido», reconociendo un año como una montaña rusa, pasando de estar convocado con la Selección Española absoluta a sufrir un esguince en su tobillo izquierdo. «Fui feliz con la llamada de España pero quise forzar para volver a la pista y al final de curso me dolió pero no es una excusa».
De cara al año próximo, Suárez quiere «minutos. ¿Este año? El entrenador es quien decide. Me gustaría el Madrid claro pero es difícil;quiero minutos y donde apuesten por la juventud».