El director deportivo del Hestia Menorca, Miki Ortiz, expone en estas páginas su parecer sobre el complicado momento en que reside el conjunto insular, que acumula cinco derrotas consecutivas después de perder ante el Gran Canaria en la matinal del pasado domingo en Maó (65-84). Un momento crítico, quizá el más difícil desde que el proyecto alojado en Bintaufa fue alumbrado hace algo más de tres años, y que a modo de fórmula para que quede atrás Ortiz sugiere «unidad, trabajo y confianza» para con un equipo que, entiende el responsable del área deportiva del Hestia Menorca, «merece todo el crédito», convicción que hace extensiva al entrenador Oriol Pagès, cuya figura respalda y refuerza, además de asegurar que el sábado en L'Hospitalet «estarán los mismos» que empezaron la temporada.
«El equipo está dolido, todos en el club, pues estamos en un bache complicado, pero se trata de intentar sacar adelante esta situación entre todos», inicia Ortiz, reconociendo que el estado de ánimo del colectivo que dirige Pagès ha mermado de forma exponencial a medida que se han ido amontonando las decepciones.
Sin embargo, el director deportivo del Hestia Menorca considera que «no es cuestión de personalizar en nadie ni de buscar culpables», pues considera que «el equipo ha trabajado y trabaja bien», lo cual no es óbice para «analizar muchas cosas, ver donde hemos fallado para caer hasta donde hemos caído», añade.
En esa línea, Ortiz destaca que la confianza en Pagès es absoluta y que bajo ningún concepto el entrenador «peligra» en su puesto. «Pagès es parte de nuestra identidad, hemos llegado juntos hasta aquí, y aunque es cierto que el equipo se encuentra en una situación que hace un mes, si nos lo dicen, no lo hubiéramos creído, el entrenador se ha ganado todo el crédito para seguir; está dolido, como todos, pero es nuestro entrenador y espero que termine la temporada. ¿Asegurarlo? Eso no puedo decirlo ni de mí», razona Ortiz.