El Pinta B CB Es Castell de Joan Martínez cerró este sábado su primera temporada en EBA con una victoria a domicilio ante un necesitado Belsué Seguros El Olivar que tenía que ganar para no descender pero que no fue capaz de sobreponerse a sus nervios e imprecisiones.
No comenzó bien Es Castell, demasiado dependiente de un Jan Orfila que más allá de imponerse en el salto inicial y anotar la primera canasta de la tarde no estuvo demasiado afortunado en los primeros minutos (6-2 superado el tres). Pese a ello, sin acierto en el tiro exterior y con Zac Overwater también fallón, los zaragozanos no fueron capaces de coger renta o dominar el juego y presa de los nervios por lo mucho que se jugaban ofrecieron también una imagen muy discreta (12-8 a falta de dos) hasta el final del cuarto (13-14).
De nuevo en el segundo cuarto los errores superaron a los aciertos, pero el ritmo de juego era lento y por tanto una invitación a la calidad de Orfila (16-20 superado el dos). Con todo el equipo no jugaba fluido y los olivareros, sin resolver sus muchos problemas, se mantuvieron cerca (26-27 en el siete) hasta que Sergi Llufriu acertó el primer triple (1/10 del equipo) y Es Castell se puso +6. Pero el final de periodo no fue bueno (31-32).
El Olivar reinició el juego sabedor de que el Sese vencía de 17 a Sant Cugat y eso le hacía depender de sí mismo para ganar y no descender, pero la segunda comenzó con un triple de Bulfoni y presa de la tensión se mantuvo a remolque de un Es Castell demasiado irregular (45-47 a falta de dos), que sin embargo al final mejoró (45-53).
Oficio
Los maños apretaron con todo en un último cuarto alocado (53-56 en el dos) donde el poco acierto lo dejaba todo para el final (55-58 en el seis). Un triple de Pepe Hidalgo ponía contra las cuerdas a los locales, pero Calvo respondía con la misma moneda y El Olivar mantenía las opciones hasta el final (61-63 a falta de minuto y medio). Sin embargo al final murió en la orilla frente a la veteranía y clase de Jan Orfila desde el tiro libre para dar un triunfo a los menorquines que llevó, además, adosado el descenso para los aragoneses.