El Hestia Menorca cedió anoche en pista del Class Sant Antoni su derrota más contundente de la temporada, 85-68, ante un rival que le superó en intensidad y, sobre todo, en la batalla interior. Un superlativo Da Silva, autor de 29 puntos (varios de ellos tras mate), y certeramente acompañado por todo el roster pitiüso, hizo un auténtico roto al conjunto menorquín en el tercer cuarto, intervalo en el que el partido quedó totalmente fracturado. Con Edwin Jackson, que elevó a 32 puntos su contribución en ataque, desprovisto de apoyo (apenas Molins y Yomi, y de modo puntual, arroparon al internacional francés), no alcanzó en esta oportunidad a un Hestia Menorca que, aún a pesar del tropiezo, conserva el liderato del Este (aunque su margen es de solo un partido en relación a los pitiüsos).
El Sant Antoni marcó el ritmo del partido desde el salto inicial. Intenso atrás, con una marcha más en cada acción y una aportación tremendamente coral de todos sus efectivos durante la primera mitad, el equipo de Ibiza fue incrementando su ventaja de modo gradual. El 9-4 a los 3' de juego fue su primera brecha de consideración, que engordó hasta el 20-13 (20-14, primer cuarto).
A pesar de que Molins estrenó el casillero de anotación en el segundo parcial (20-16), el guion del partido continuó suscribiéndolo el equipo local. A su antojo. El alero argentino Zurbriggen, con un par de triples, estableció una nueva máxima de nueve puntos, una franja inviable de recuperar por parte menorquina (30-21; 36-27; 38-29) y que cuando se alteró fue para peor, llegándose al intermedio con la mayor ventaja del Sant Antoni (44-31; -13).
El Hestia Menorca apenas encontró a Jackson (11 puntos y 5 rebotes hasta ese entonces) y Yomi (7 y 5), y de modo intermitente a Molins (5), para hacer frente al aluvión local en esos primeros veinte minutos. Insuficiente para mantener la contienda equilibrada. La ruptura definitiva ocurrió en el tercer cuarto, en el que Da Silva, ya importante en la primera parte, expuso todo su caudal de prestaciones jugando por encima del aro. Hasta cuatro ‘alley hoop' casi consecutivos culminó el joven interior brasileño en esos minutos (60-38), acciones entre las que además intercaló un triple (67-48, tercer cuarto), demostrando a la par que su sustancial gama de recursos no se limita a su juego en los aledaños del aro.
El Hestia Menorca, consciente de que el partido se le había ido, derrochó orgullo en el último cuarto, pero solo para reducir la desventaja a -12 (67-55). No le dio para enjugar un mayor diferencial ni por supuesto, para conservar el basket-averaje (85-68).
Cuando se gana no se leen tantos comentarios, será oportunismo?