El filial del Barça visita este domingo la Isla, con motivo de su enfrentamiento con el Pinta B Es Castell, en el marco de la jornada 21 del grupo C-2 de Liga EBA (Zona Esportiva Sergio Llull, 12.00 horas). Por clasificación, prestigio y potencial, se trata del rival más importante e impactante a cuantos se ha enfrentado el club menorquín, que consume su tercera temporada consecutiva en la cuarta liga nacional, lo que convierte el partido en un auténtico acontecimiento en la población del Este insular.
Sustancialmente provisto de talento y juventud, y absolutamente caracterizado y estructurado para desarrollar su función de filial (esto es, surtir de talento el primer equipo blaugrana o en su defecto, servir al club para hacer caja), como prueba el hecho de que en la presente campaña hasta veinte jugadores han desfilado por la plantilla, y el equipo ocupa el segundo lugar del segmento C-2 de Liga EBA (14-5, su récord).
Incluso la presencia del ‘B’ culé en el cuarto nivel del país responde a una estrategia de la entidad. El Barça logró el ascenso a LEB Oro hace un par de años, rechazó asumir ese logro deportivo y de inmediato también renunció a LEB Plata; la causa, que los ‘jefes’ de su estructura de cantera, desde el pasado mes de julio Álex Terés, en calidad de responsable de La Masia, y el exjugador mallorquín del extinto Menorca Bàsquet, Alfons Alzamora, como coordinador de la base (para la que el club destina un presupuesto de 1.5 millones de euros), entienden que militar en las ligas LEB reclama concentrar esfuerzos en tratar de salvar la categoría y propicia que se desatienda, por extensión, la labor de formación. De ahí la presencia del filial barcelonista en la cuarta liga del país.
Todo eso que gana la competición, inclusive el Pinta B Es Castell y su afición, que dentro de 48 horas miden fuerzas con la considerada mejor cantera ACB (cuanto menos, la azulgrana es la factoría que mayor número de jugadores proporciona a la liga), enclavada además dentro de una institución de tremendo estatus internacional.
En cuanto a nombres propios, el constante flujo de jugadores entre el equipo junior (que es la base del filial, y que hace una semana suscribió su clasificación para la Final Four de la Euroliga sub 18) y la plantilla ACB, e incluso alguna cesión que ha cristalizado con la temporada empezada, como la del escolta mallorquín Michael Caicedo, que hace dos meses emprendió rumbo al Granada, o la marcha en enero del alero mexicano Gael Bonilla, con proyección NBA, deriva en que el inminente rival del Pinta B Es Castell carezca de una columna vertebral plenamente definida.
Pero aún en esa tesitura, en el Barça se alinean ejemplares que impresionan, algunos de ellos auténtico ‘top prospect’ llamados a tener un papel relevante en el próximo decenio del básquet nacional y continental.
Como es caso del jovencísimo pívot nigeriano James Nnaji (2.11 y 18 años), que firma en EBA 11 puntos y 5 rebotes, además de haber disfrutado ya de su bautismo ACB (hace un año), de los escoltas Dani Iruela (17 años y 8.4 puntos por cita) y Dayan Nessah (pasaporte suizo; 16 años y 12.5 puntos); del ala-pívot gallego Martín Iglesias (19 años, 12 tantos y más de 6 capturas) y del alero Elhadji Sarr (pasaporte italiano, 16 años para 15 puntos y 4 capturas por duelo este año en la cuarta liga del país).
Un grupo talentoso, que gusta de combinar desaforadas transiciones y mucha actividad a campo abierto para alimentar sus ataques, y que apuesta por una defensa aguerrida, constante e intensa (en sus últimos cinco partidos ha dejado a sus adversarios por debajo de los 70 puntos), como corresponde a un conjunto donde la mitad de sus integrantes apenas merodean la mayoría de edad.
En suma, un rival sin precedentes para Es Castell y ante el que su gran estandarte baloncestístico, el Pinta B, buscará un triunfo que sería histórico y que le permitiría seguir optando a la permanencia directa en Liga EBA. El domingo, partidazo en la Isla con la visita de la mejor cantera ACB.