La directiva del CB La Salle Maó, con su presidente, Antoni Carreras ‘Carre' al frente, abrió hace algún tiempo conversaciones con el Ayuntamiento de la ciudad con el objeto de que se promueva y construya, bajo titularidad municipal, un nuevo pabellón en los aledaños donde actualmente se enclava el ya vetusto Pavelló Sergio Llull, construido durante el decenio de los 70 del siglo anterior en unos terrenos aledaños al colegio La Salle (y obra sufragada por antiguos socios del club, aunque el recinto pertenece al centro escolar).
Según desvelan desde la actual directiva, hasta el momento han tenido lugar diecinueve reuniones entre representantes del CB La Salle Maó y del consistorio mahonés para tratar el asunto, que aún está en su génesis, pero que, en base a la realidad actual del deporte insular, escenario en el que el club lasallista es el único que no disfruta del uso de una instalación municipal, con el perjuicio económico que eso supone, debe resolverse de modo satisfactorio a los intereses de La Salle.
El planteamiento que el club que preside Antoni Carreras ‘Carre' propone al Ayuntamiento es que el nuevo recinto se alce donde está actualmente el campo de fútbol de La Salle, a pocos pasos del ‘Sergio Llull', que este sea de propiedad municipal y con ello que su utilidad no redunde en exclusiva en el club y sí repercuta como una opción para albergar a otros deportes «con dificultades para desarrollar su actividad con normalidad», explica Carre.
La Salle se ha reunido en los últimos meses con la totalidad de grupos políticos que cuentan representación consistorial (hasta el mandato anterior) y por el momento percibe buena disponibilidad. «La idea está gustando», precisa el dirigente lasallista en ese sentido.
La Salle ha formado una comisión de seguimiento y llevado a cabo un primer esbozo de lo que podría ser la obra, aunque no existe ni proyecto ni ante-proyecto, como tampoco se han hecho aún «cálculos económicos», advierte Carre.
Entre club y colegio existe actualmente «una buena sintonía» y uno de los anhelos de la entidad deportiva, que incluso un directivo lasallista deslizó en uno de los cónclaves con el Ayuntamiento, sería «poder inaugurar» el nuevo recinto dentro de dos años, que es cuando se cumple el 70 aniversario de la fundación de La Salle, único club de la Isla con pasado ACB.
No obstante, la respuesta del alcalde invita a creer que tal vez sean tres o cuatro años los que discurran antes de que La Salle pueda disfrutar de un nuevo hogar, que, insisten desde el club, de cristalizar el proyecto en realidad, «no sería solo para uso nuestro».
Prestaciones
Lo que sí consideran importante en La Salle es que el nuevo pabellón cuente con estancia de bar, «pues siempre es una fuente importante de ingresos», añaden desde la directiva colegial, desde donde por otra parte no se vería con malos ojos que se destinara una pieza de la nueva instalación para la explotación privada del club, en imagen y semejanza de la que disfruta el CD Alcázar, cuyo Nuevo Pabellón Padre Petrus, de propiedad municipal, cuenta con varias pistas de pádel aledañas que generan algunos ingresos extra al club rojo.