El Hestia Menorca cayó ante el Clavijo en un partido condicionado por el accidentado desplazamiento del cuadro menorquín a la capital riojana (64-55). La alteración del plan inicial, al verse cancelado el vuelo a Bilbao en la mañana del sábado, fue el principio del caos en el que se vio envuelta la mermada expedición balear, que acusó el desgaste físico en el tramo final de un duelo de alto nivel defensivo que conjunto logroñés se negó a aplazar. Ambos bandos llegaban con un balance de 1-2, por lo que ganar era fundamental para escapar de las posiciones bajas de la tabla, además del aliciente de haber compartido pasado reciente, pues el bloque menorquín logró el ascenso a Oro en la eliminatoria final ante el colectivo riojano.
El pulso se definió por las defensas, hubo pocas anotaciones y solo dos jugadores de cada equipo alcanzaron dobles dígitos -Molins (24 puntos) y Arteaga (18) por parte del Menorca; Nicolau (18) y Norris (10) por parte de los anfitriones-. El primer cuarto anticipó lo que se vería durante toda la matinal. El Hestia Menorca no encestó hasta que pasaron los cinco primeros minutos y el cuadro local logró una diferencia de seis puntos (8-2). Dos triples de Molins sirvieron al bando insular para el empate a 10, pero Nicolau apareció para ir al segundo parcial con ventaja de cinco puntos.
El base Molins asumió la responsabilidad en el juego de ataque del Hestia Menorca, anotando las dos primeras canastas en el segundo parcial. La gran estrella del equipo, Hannah, fue anulado por los hombres de José Luis Pichel, que dirigió al Clavijo por la sanción de Jenaro Díaz.
El marcador se ajustó a falta de dos minutos para el descanso, con un triple de Tamayo (27-26). Knudsen respondió con otro lanzamiento desde los 6.75 metros y dos puntos de Cabrera pusieron el 34-26 con el que se alcanzó el entreacto.
En el tercer cuarto se mantuvo el intenso ejercicio defensivo. La escuadra isleña redujo la diferencia y logró ponerse a una canasta a falta de 45 segundos (43-41). Sin embargo, en la última posesión visitante, Molins se precipitó al tirar, Coffi cogió el rebote defensivo y asistió a Norris, que culminó el contragolpe con una bandeja (47-41).
En el último parcial, el Hestia Menorca acusó el cansancio y el conjunto logroñés jugó muy cómodo al poder circular con rapidez el balón. Así, los locales consiguieron una máxima diferencia de trece puntos (55-42), que se sumó a la expulsión de Sanz en el minuto 34. Molins y Hannah anotaron un triple cada uno, pero solo sirvió para limar la desventaja (64-55).
El apunte
Zamora: «Quiero que mis jugadores estén felices a pesar de la derrota»
Javi Zamora definió el encuentro ante el Rioverde Clavijo como un «partido muy duro en el que han primado las defensas durante muchas fases del partido”. El entrenador del Hestia Menorca admitió que su equipo tuvo muchas dificultades para atacar, incluso en los primeros compases. “No estábamos con esa frescura para ser agresivos al aro. En el primer cuarto ya hemos desperdiciado dos o tres situaciones bajo canasta que nos habrían hecho entrar en el partido un poco más alegres», declaró.
Zamora quiso poner en valor el enorme esfuerzo realizado por sus pupilos: «Quiero que mis jugadores estén felices a pesar de estar dolidos por la derrota. Han mostrado un compromiso con el baloncesto, con la afición, con el club y un respeto por el rival que es de engrandecer».
El preparador explicó que algunos jugadores tuvieron que conducir cinco horas en la noche del sábado para llegar a Logroño y mostró su agradecimiento también a las personas que ayudaron al club. En especial a Héctor Durán y a Marta Monreal, que se desplazaron para ayudar al equipo en preparación física y fisioterapia. «El equipo tenía presente a todo el mundo que se quedó en Menorca y no pudo asistir y, por supuesto, a la afición», reconoció. «La insularidad llena de orgullo a todo el club, pero hay cosas que no dependen de nosotros», lamentó.
Sobre el encuentro, Javi Zamora reconoció que el Clavijo ganó de forma merecida en la pista, pero dejó un mensaje para la reflexión: «La felicidad a veces no viene solo de ganar, viene de tener empatía, de poner facilidades, de intentar competir en situaciones de igualdad, pero no me quiero explayar, simplemente quiero felicitar a los chicos y al rival».