Ha fallecido Enrique López Rodríguez, una figura muy significativa en el mundo del baloncesto y del arbitraje balear, a los 83 años de edad.
López fue un rostro habitual del básquet menorquín y autonómico. Comenzó como auxiliar de mesa en los años 70, lo que fue el preámbulo de su ciclo como árbitro, que prolongó hasta entrados los años 90 del siglo anterior.
Impartió justicia tanto a nivel de competición insular como balear y estatal, en las antiguas Tercera Autonómica y Segunda Nacional, femenina y masculina. Incluso fue seleccionado por la selección balear para arbitrar en una fase de sector nacional que acogió la ciudad catalana de Tortosa a principios de los años 80.
Buena persona, reconocido árbitro y buen compañero, quienes compartieron época con López le definen también como un figura muy respetada y apreciada por todos, especialmente en el mundo del baloncesto.
En el ámbito profesional, Enrique López se dedicó al gremio de la bisutería. Fue, asimismo, una persona sencilla y familiar, al que la repentina y prematura muerte de su hijo Rafael (epd) lastró y marcó en sus últimos años de vida.
Enrique López, siempre estará en nuestro recuerdo. Descanse en paz.