El base Ricky Rubio, que en agosto pasado decidió parar su actividad profesional para cuidar de su salud mental, dio este martes un paso más en su recuperación y completó el primer entrenamiento con el primer equipo del Barça bajo una gran expectación mediática.
«Ver a Ricky en una pista es una muy buena noticia, pero única y exclusivamente para su proceso de recuperación. Estoy feliz como persona, y también tenemos que estar muy felices de que él haya elegido a nuestro club como parte de su proceso de recuperación», afirmó el entrenador, Roger Grimau, desde la sala de prensa del Palau Blaugrana, abarrotada de cámaras y periodistas.
El técnico del Barça explicó que Rubio está «físicamente en forma» y, pese a tratarse del primer día, fue como si llevara «mucho tiempo» en el equipo, porque es un «excelente» jugador. «Tengo que dar pocas órdenes, porque antes de que acabe la frase ya sabe lo que quiero decir», añadió.
«Sé que hay mucho foco, pero dentro intentamos blindarnos y hacer nuestro trabajo. La rutina con Ricky es la misma, un poco más fácil porque conoce la casa. No podemos evitar la expectación, pero lo importante es vivirlo con normalidad», afirmó el técnico.
Grimau evitó especular sobre el posible fichaje de Rubio por el Barça, el club que mantiene sus derechos en Europa: «No hemos hablado de ninguna vuelta, ni de posibles ni de futuros. Solo se ha hablado de ofrecer las instalaciones y el equipo para que siga con este proceso de recuperación».
En la misma línea se pronunció el base Nico Laprovittola. «Sabemos que es Ricky, pero es un compañero más que se está sumando a entrenar. Todavía no ha fichado. Tenemos que dejar que él maneje sus tiempos, estar tranquilos y ser pacientes», afirmó.
El jugador argentino celebró haber «visto disfrutar» a Rubio, al que definió como «una persona a la que todos queremos y admiramos muchísimo y a la que tenemos que apoyar en todo, porque la persona va por encima del jugador».
Rubio completó con normalidad una jornada de trabajo que empezó en el gimnasio y siguió con una sesión de vídeo como paso previo al entrenamiento sobre la pista, que llevó al mismo ritmo que los demás jugadores bajo la dirección Grimau, quien fue compañero suyo en su anterior etapa en el Barça (2009-2011).
Después de anunciar a principios de enero su retirada de la NBA tras doce temporadas, el internacional español comunicó el pasado martes en la red social X que había alcanzado un acuerdo con el Barça para empezar a ejercitarse con el primer equipo, sin ningún compromiso por el momento, en un nuevo paso en su proceso de recuperación.
En esta vuelta a casa, el base se ha encontrado un entorno que le es muy familiar, con cuatro compañeros de la selección española en el vestuario (Willy Hernangómez, Darío Brizuela, Joel Parra y Alex Abrines), y varios excompañeros en la estructura del club, empezando por Grimau y su asistente Víctor Sada en el cuerpo técnico, y Juan Carlos Navarro en la dirección deportiva.
El anuncio sobre el regreso de Rubio a las pistas generó una ola de reacciones positivas en el mundo del deporte, implicando desde el entrenador del Real Madrid, Chus Mateo, que lo definió como «una persona extraordinaria que merece todo lo bueno que le pase». Y también a su club de formación, el Joventut Badalona, que este miércoles publicó en X: «Nos alegramos mucho de este paso adelante. ¡Y que sean muchos más! Suerte, Ricky».