Cuando apenas quedan cinco jornadas para el cierre de la competición doméstica de la Liga EBA, el Sa Tintina CB Es Castell todavía no ha dicho ni mucho menos la última palabra y pese a tener más que apalabrada una holgada permanencia, la palabra conformismo no está en el vocabulario del equipo que prepara Oriol Pagès. Después de un extraño encuentro en la pista del CB Vic la semana pasada y que truncó una racha sin precedentes en EBA de cinco triunfos consecutivos, Es Castell, con todo su arsenal disponible en principio, vuelve a la carga esta tarde (16.30h) para medirse en su pabellón al colista y con un pie en la Copa Catalunya, CB Alpicat. Un rival al que los menorquines ya superaron en Lleida, en el transcurso de la primera vuelta.
Sa Tintina quiere volver a vencer en Liga EBA y, además de hacerlo en su casa y ante su incondicional parroquia, pretenden seguir sumando victorias, por si hubiera alguna posibilidad de acceder a los Playoff; un hecho que, si bien no era el reto originario en Es Castell, todavía es matemáticamente una opción para los de Pagès.
Palabras del capitán
El ‘cuatro' menorquín, Sergi Llufriu, uno de los baluartes del EBA menorquín, habló ayer para este diario del encuentro de esta tarde y del momento del Es Castell, tras perder en Vic. «Llevábamos una racha histórica de cinco triunfo seguidos y buena dinámica pero sabíamos que un día podíamos perder. Caer ante un fuerte como el Vic no quiere decir que no podamos ganar ahora los cinco encuentros que nos quedan. Estamos entrenando bien y preparándonos y el triunfo volverá», exclamaba, tan optimista como siempre, antes de medirse hoy al cuadro de Lleida. «Al Alpicat ya lo ganamos en la primera vuelta pero sabemos que es un equipo rocoso, intenso, que juega a posesiones largas y lo que sí tenemos claro es que vendrán a Es Castell a morir, a intentar salvarse o a por la victoria que ellos necesitan», avisaba. «Como nosotros el pasado curso, estando en descenso y cuyos últimos partidos fueron a vida o muerte», recuerda, Llufriu. E insistía ayer el menorquín en la dificultad del contrincante. «Viene un rival muy duro, consistente y con ganas de vencernos y devolvernos la moneda de la derrota ante nosotros en su pabellón. Será una guerra y toca estar preparados».
En cuanto a las opciones de aquí al final, «vamos partido a partido, sin mirar más allá del Alpicat. Intentaremos ganar hoy y si la clasificación al final nos permite entrar o soñar con unos posibles Playoff, adelante. Nuestro trabajo de todo el año nos ayudaría», piensa, antes de añadir que el reto, «era una segunda vuelta mejor que la primera y un curso mejor que el pasado, lo que ya se ha logrado. Somos una piña y con ‘piques' sanos entre nosotros para estar arriba. Estamos donde queríamos y si al final el regalo es ir a Playoff, fantástico; de lo contrario, sabemos que hemos trabajado muy bien, con un grupo consolidado y el curso próximo, más y mejor».