La Volta Menorca BTT está de estreno. Con motivo de su novena edición, esta prueba cicloturista, de carácter no competitivo, auspicia la celebración de una etapa nocturna, nueva más significativa y que además inaugurará el trazado de la presente edición, dispuesto sobre 149.47 kilòmetros. El evento, promovido un año más por la Penya Ciclista Ciutadella, alza el telón mañana viernes y estima una participación por encima del medio millar de ciclistas, según informan desde la propia entidad de Ponent.
La prueba recorrerá como es habitual varios parajes de la latitud insular -básicamente está impulsada para el disfrute humano con el paisaje y la naturaleza- y se fragmentará en tres tramos (o etapas). El inicial, la mencionada nocturna, a desarrollar íntegramente en el término de Ciutadella, prolongará 36.11 kilómetros desde la salida, fijada en la Plaça des Born para las 21 horas, hasta la meta ubicada en el mismo enclave, al que se llegará tras rodar por Cala'n Turqueta. Entre las 23.15 y las 00.15 horas se ha programado la conclusión.
La segunda etapa, también la más larga -60.36 kilómetros- trasladará la prueba a Maó, el sábado desde las 11 horas, con inicio en la Plaça de la Constitució, avituallamiento en Mongofre Nou -sobre el kilómetro 29- y paso por la Explanada merodeando las 15.20 horas. El primer corte obligatorio se impone en Camí des Puntarró (km. 39) y el segundo en Alaior (km. 47). El intervalo previsto para la llegada de los corredores a la Plaça de la Constitució es entre las 15.20 horas y las 17.45.
La Volta retornará al flanco del Ponent insular, a Ciutadella, para la tercera y última etapa, el domingo (con una distancia de 53 kilómetros). El inicio se ha establecido para las 9.30 horas en Es Born y su final, en el IES M. Àngels Cardona, pasando por Ets Alocs y la zona de aparcamiento El Pilar, rebasadas las 15 horas, hora en que dará comienzo el acto de clausura, que incluirá sorteo de regalos y entrega de premios.
Entre las varias recomendaciones de la organización, prevalece la sugerencia a los corredores de que acudan a cada etapa suficientemente provistos de agua y víveres -haciendo una previsión en función de las distancias entre avituallamientos-, así como moderar la velocidad en las bajadas más pronunciadas y evitar los derrapes, especialmente cuando aparezca la señal de 'Zona Natural Frágil'. Y es que una de las esencias de esta prueba es el 'respeto' que muestra el pelotón al hábitat natural sobre el que se maneja. Del mismo modo, destacar que varios de los tramos por los que pasa la Volta son de propiedad privada, y si bien se ha tramitado el correspondiente permiso, se pide a los corredores un trasiego silencioso y ordenado a su paso por los mismos.