La prueba piloto ideada por la Dirección General de Tráfico y el Consell Insular de Menorca para facilitar la práctica del ciclismo y atraer al turismo deportivo que persigue seguridad en la carretera ha generado controversia desde el mismo día de su comunicación oficial, el pasado martes en la sede de la institución insular.
La experiencia a prueba durante un año supone la limitación de la velocidad del tráfico rodado a 50 kilómetros hora los domingos y festivos hasta el próximo mes de junio, entre las 7.00 y las 15.00 horas en el triángulo comprendido entre Maó y Es Mercadal por el Camí den Kane, Es Mercadal hacia Fornells, y desde la localidad costera hasta Maó por la carretera M7, lo que supone cerca de 50 kilómetros en su conjunto. Una vez transcurrida la etapa estival, en septiembre, volverá a aplicarse esta limitación cuya semejanza solo se conoce en algunos tramos de la red viaria del País Vasco, de gran tradición en la práctica del ciclismo. El propósito, no obstante, es ampliar la tentativa a algún segmento rodado del poniente insular.
¿Es realmente necesaria la medida en función del número de ciclistas que hay en la Isla?, ¿les beneficia en la misma medida que perjudica a los usuarios de estas carreteras?, ¿atraerá al turismo deportivo?... son los límites a la limitación aplicada, algunas de las preguntas que aparecen entre ciclistas y conductores en medio de la polémica desatada por esta medida que, como no podía ser de otro modo, sugiere aprobación entre la comunidad de las dos ruedas e indiferencia o rechazo frontal entre el tráfico motorizado.