El Sporting Mahonés ha decidido paralizar la actividad de su fútbol base y no descarta manifestarse en las puertas del Ayuntamiento, tal y como ya ocurrió el pasado verano, tras el enésimo problema relacionado con las instalaciones de Bintaufa. En este caso se trata del anexo todavía en construcción, aunque con la hierba artificial colocada.
El club considera que sus equipos de base podrían utilizarla para entrenar aunque no estén habilitados los vestuarios del nuevo campo, ya que podrían utilizar los vestuarios del campo antiguo. De hecho, el pasado miércoles hubo actividad, según el Sporting, con la aquiescencia de la constructora Antonio y Diego. La institución blanquiazul indica que tomaría todas las medidas de seguridad necesarias e incluso suscribiría un seguro por si ocurriera cualquier percance.
Ayer, sin embargo, ningún equipo pudo entrenarse puesto que se lo impidió el Ayuntamiento mahonés alegando problemas de seguridad y previo aviso de la constructora. De hecho, por este motivo se mantuvo una reunión entre la alcaldesa Àgueda Reynés, el concejal de Deportes Xec Pons y el vicepresidente del Sporting Miquel Sintes, a petición de este último.
En dicha reunión la alcaldesa se negó en redondo a que ningún equipo utilizara una instalación "que no está acabada con el riesgo de que a algún niño pudiera pasarle algo". Desde el consistorio se le ofreció a Miquel Sintes utilizar los campos del Polideportivo, algo a lo que el Sporting parecía acceder y que finalmente obvió, según el consistorio.
No se cumplen los plazos
Desde el club blanquiazul se considera que se trata de un tema de sensibilidad hacia los niños y reitera conocer que la instalación no está finalizada al cien por cien, pero con precauciones "se puede utilizar". Apelan también a un precedente: el Estadi Maonès, dicen, se empezó a utilizar sin estar acabado.
El problema del anexo de Bintaufa radicaría en el incumplimiento de los plazos para entregar la obra por parte de Antonio y Diego. En su previsión, el Sporting calculó que podría empezar la actividad hacia el 28 de agosto, pero la constructora todavía no ha cobrado el primer plazo y está alargando los trabajos: los jefes de obra y los técnicos habrían acordado el 27 de octubre.