Berto Vaquero, centrocampista ciutadellenc, considerado uno de los mejores jugadores menorquines del último decenio, ha protagonizado un viaje de ida y vuelta a la pitiusa mayor, Eivissa. El jugador se incorporó a finales de enero a la Peña Deportiva Santa Eulàlia tras la desaparición del Sporting Mahonés de la Segunda División B, pero su estancia en el club eivissenc ha durado apenas siete partidos.
Motivos personales han propiciado que Berto comunicara a la directiva su decisión de regresar a Menorca para estar junto a su pareja. "Ha sido una cuestión familiar y mentalmente estaba más aquí que allí, por eso preferí ser honesto y decírselo a la directiva que no me puso pegas para volver a mi casa", explica el jugador a este diario.
Berto llegó a la Peña como fichaje estelar del mercado de invierno, y su aportación al equipo ha sido más que correcta. De hecho con Berto en el terreno de juego la Peña ha perdido sólo uno de los siete partidos que ha disputado de los que ha ganado cuatro.
"Las opiniones son respetables pero yo he jugado en el centro del campo, como organizador, cuando mi posición natural es la de media punta, y creo que lo ha hecho bien. No he marcado ningún gol porque he jugado más atrás pero he repartido 4 o 5 asistencias".
La Penya, sin embargo, no ha podido aproximarse a las posiciones de play off que eran su objetivo aunque todavía está a tiempo de alcanzar la cuarta plaza de la que separan seis puntos con un partido pendiente por disputar.
Añade Berto que "el trato con los compañeros, el entrenador y la directiva ha sido muy bueno, no tengo ninguna queja porque además se trata de un gran club de esta comunidad". La PD Santa Eulàlia acumula algunos retrasos en los pagos a los jugadores "aunque yo prácticamente estoy al día y esta semana tengo que firmar el finiquito". Berto jugó el último partido frente al Llosetens, el pasado día 18, y posteriormente regresó a Menorca.
Esta era la segunda aventura foránea del jugador de Ciutadella tras un paso por el Pinatar, de la Tercera murciana hace tres temporadas. "En los dos casos la experiencia fue positiva porque en el Pinatar marqué 15 goles en 17 partidos, y en la Peña también me he sentido muy a gusto hasta que las causas familiares me han hecho regresar".