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Fútbol /// Tercera División

Juegan y ganan pero no cobran

El Penya Ciutadella marca otro camino en el fútbol menorquín porque no paga ni prima a ninguno de sus jugadores pese a los futbolistas de nivel que tiene en su plantilla y a los buenos resultados

Penya. Una plantilla que reúne jugadores de nivel para la categoría, pero en la que ninguno percibe remuneración - MA

| Ciutadella |

Hubo un tiempo ya lejano en el que los clubes menorquines, baleares, y especialmente, los de la comunidad valenciana, convertían prácticamente en profesionales a jugadores que integraban sus plantillas de Tercera División y remuneraban al resto, incluso a los juveniles que ascendían al primer equipo.

Aquella desmesura de 10 o 20 años atrás se ha tornado en austeridad forzosa en el presente. La falta de recursos, el descenso en el número de socios, la pérdida de ingresos publicitarios... todo ha desembocado en que la Tercera División hoy sí sea una categoría de futbolistas aficionados que perciben una gratificación en la mayoría de los casos, aunque insuficiente para convertirla en primera actividad profesional. La pasada campaña, el Alaior, golpeado por la crisis, fue el primer club terceradivisionario de la Isla que dejó de pagar a sus jugadores. La plantilla, modesta, malvivió durante todo el ejercicio y acabó descendiendo.

La entidad albinegra marcó la tendencia que pretendía imitar también el Ferreries, si no hubiera descendido, y ahora ha acentuado el Penya Ciutadella, debutante en la categoría, aunque entre unos y otros existen diferencias evidentes. El conjunto de Son Marçal juega y gana -figura en la cuarta posición y sólo ha perdido un partido de los 10 que ha disputado- pero no cobra.

Asegura el club de Son Marçal que nunca ha pagado a sus jugadores al contrario que otros muchos clubes de la Regional insular que sí retribuían a sus futbolistas hasta hace poco tiempo. Por este motivo, la entidad que preside Francisco Capó tuvo claro, tras el ascenso, que mantendría esa misma filosofía aún en una categoría que exige más entrenos, responsabilidad y desplazamientos fuera de la Isla.

"Ni sueldos ni primas, los jugadores no cobran nada; les ofrecemos jugar al fútbol a un buen nivel competitivo y nada más", asegura Joan Capó, secretario del Penya Ciutadella. Lo sorprendente de este caso es que, aún sin retribución, el club haya sido capaz de conformar una plantilla en la que hay jugadores de enorme talla, con experiencia en divisiones superiores, e incluso uno de ellos, Zurbano, foráneo aunque reside en Maó. Los 22 integrantes acuden regularmente a todos los entrenos a cambio de nada, incluidos los cinco que no viven en Ciutadella -Jesús Sastre, Víctor Lebreros, Zurbano, Omar y Raúl- a quienes sí se abonan los gastos de la gasolina. La marcha de Alaior y Ferreries, así como la desaparición del Sporting han abierto el mercado para Penya y Mercadal, aunque también haya ejercido su influencia el trato del entrenador Dani Mori y el conocimiento que tienen de él los jugadores para que muchos de ellos hayan preferido esta opción a otras económicamente más ventajosas.

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