El Penya Ciutadella consiguió ayer vencer al Penya Arrabal y de esa manera obtuvo la deseada permanencia en la Primera Nacional juvenil. El pequeño aguacero caído justo en el momento del final del partido, no impidió los abrazos y felicitaciones entre jugadores, cuerpo técnico y junta directiva. Se sufrió, hubo minutos de incertidumbre, pero al final, todo fueron alegrías.
El partido fue como muchos otros, equilibrado y sin muchas ocasiones, con la dosis de intranquilidad, ya que el choque se jugaba también en otros campos.
El inicio apenas tuvo acercamientos a las áreas. A medida que avanzaba el encuentro el control del Penya Arrabal se fue acentuando, y cuando más era el dominio mallorquín, llegó e primer gol local. Un magistral lanzamiento de falta directa de Juanfran, que coló el balón en la escuadra sirvió para adelantar a su equipo. Lo más difícil estaba hecho.
El Penya Arrabal no se jugaba nada, pero no daba el partido por finiquitado. Y en la reanudación empataba llevando la intranquilidad a Son Marçal. Vigil con una falta lejana, sorprendió a Dani. Vaya golazo. En esos momentos las noticias que llegaban del Dosa y del Son Cladera, que ganaban sus partidos, daban el descenso al Penya. Pero los jugadores se abstrajeron a los comentarios de las gradas y siguieron a lo suyo, y el fruto llegó. Saque de falta, balón colgado, y Ametller que peina superando al meta visitante. La alegría contenida se convirtió en desbordada cuando apenas dos minutos después Dani, también de cabeza, superaba la media salida de Carlos. Quedaba un cuarto de hora y era tiempo de amarrar el resultado. Así fue, y al final se pudo celebrar la salvación.